lunes, 23 de octubre de 2017

Ser muy Inteligente: el Lado Oscuro del que no se habla

Ser muy inteligente: el lado oscuro del que no se habla

Ser muy inteligente no siempre es garantía de éxito o de felicidad. 
Tras un coeficiente intelectual muy elevado hay un reverso del que no siempre se habla, como la angustia existencial, el aislamiento social, problemas emocionales o esa continua insatisfacción personal y vital al no cumplir muchos de los elevados objetivos que la persona con altas capacidades se propone.
Hay quien no duda en afirmar que inteligencia no es lo mismo que sabiduría, y que esto último es algo de lo que carecen muchas de esas personas (no todas) con un CI por encima de los 120-130 puntos. 
Así, Jeanne Siaud-Facchin, psicoterapeuta y una de las más reconocidas expertas en el campo de las altas capacidades, nos explica que nada puede resultar tan paradójico como el cerebro de estas personas.
“Quiero vivir una vida perfecta. La única manera de lograrlo es a través del aislamiento, de la soledad. Siempre he odiado a las multitudes”. 
-William James Sidis, el hombre más inteligente del mundo–
Ser muy inteligente conlleva a su vez cierta fragilidad. Estamos ante un tipo de mente capaz de generar miles de ideas a la vez. 
Son rápidos, son originales y llegan a producir en pocos segundos un sinfín de razonamientos y conceptos. 
Sin embargo, no siempre son capaces de gestionar toda esa información.
Sus mundos cognitivos tienen tanta capacidad que basta un solo estímulo para que sus neuronas se disparen al instante dando forma a muchas ideas, pero la verdad es que no siempre logran dar una respuesta concreta o incluso acertada.
Todo ello les puede generar una elevada frustración y desconcierto. No todo es tan increíble ni tan sencillo para una persona o un niño con altas capacidades. 
Nadie les ha explicado cómo usar ese cerebro tan sofisticado, tan ávido de información y productivo en ideas.
De hecho, la realidad se complica mucho más para las personas con CI de más de 180 puntos. 
En estos casos, y como ya pudimos ver en la historia del hombre más inteligente del mundo con un CI de 250 puntos, sus vidas pueden llegar a ser verdaderas tragedias.
Ser muy inteligente, un regalo paradójico
Vivimos en una sociedad donde los dones se reverencian. 
Nos fascinan las personas con talentos y habilidades únicas, admiramos a quien domina un área determinada de la ciencia, del arte, del deporte…
Tanto es así que no faltan los papás y las mamás que afirman que les encantaría tener un niño con elevado CI, porque de algún modo la idea de que ser muy inteligente es sinónimo de éxito sigue muy presente en nuestro día a día.
Por otro lado, también los propios niños tienen la convicción de que nada puede ser tan fabuloso como “ser muy listo”. ¿Puede haber algo mejor? Los “superdotados” -dicen- aprueban los exámenes con buena nota sin esforzarse o sin apenas estudiar. 
Ahora bien, todo educador, todo psicólogo o padre de un niño con altas capacidades sabe que estas ideas no siempre se cumplen.
Para empezar, es muy posible que el alumno con un alto CI pase desapercibido durante una buena parte de su vida lectiva. 
Es probable también que no saque buenas notas, que no sea bueno haciendo amigos y que sea ese alumno despistado y enfrascado en su propio mundo que habita en las últimas filas de un aula, donde no llamar la atención.
Una inteligencia difícil de controlar
La razón por la que ser muy inteligente no garantiza ser siempre el primero de la clase, responde a varias dimensiones. 
La primera es el aburrimiento. El niño con altas capacidades no se siente interesado ni estimulado por todo aquello que le rodea y simplemente, “desconecta” y asume una actitud pasiva pudiendo llegar incluso al fracaso escolar.
En otros casos, nos encontramos ante alumnos que no saben controlar sus ideas y divagaciones. 
A veces, ante una simple pregunta de examen, el niño puede caer en una suerte divagaciones, reflexiones e inferencias donde no siempre logra dar una respuesta concreta.
De hecho, en el libro “Demasiado inteligente para ser feliz”, una niña explica que mientras sus compañeros elevan una antena para hallar la solución, ella levanta 25 y se siente incapaz de llegar a una conclusión.
  • Pensamiento arborescente. Este tipo de razonamiento que llevan a cabo las personas con altas capacidades se llama pensamiento arborescente y se explica del siguiente modo: cuando se recibe un estímulo, la mente empieza a generar una idea tras otra, aunque en muchos casos sin asociaciones claras. Hay una arborescencia muy densa con infinitas “ramas” donde la persona no logra controlar u organizar esos datos.
Cataclismos emocionales
Otro aspecto que es necesario considerar es el relativo a la hipersensibilidad
Ser muy inteligente implica asumir una visión muy profunda y trascendental sobre la realidad y sobre el propio mundo. 
En ocasiones, basta con ver una noticia en la televisión para que la persona con altas capacidades sienta incomprensión, rabia y escepticismo ante la propia humanidad.
Las emociones los atenazan, no pueden controlar el impacto que les generan ciertos hechos que para el resto de personas suelen pasar desapercibidas.
Dimensiones como la mentira o la falsedad les supera, así como las desigualdades sociales, las guerras o hechos tan concretos como percibir que posiblemente, no podrán alcanzar muchos de esos elevados ideales que tiene en mente.

Asimismo, más allá de esa clásica idea de que las personas muy inteligentes son frías, es necesario entender que su capacidad empática es inmensa. 
Algo así hace que en ocasiones prefieran aislarse para no sufrir, mantener distancias para no implicarse en exceso y quedar heridos de algún modo.
Sus universos emocionales son complejos, sin embargo esa intensidad la canalizan también a través de la creatividad y la inspiración, desarrollando al máximo muchos de sus talentos naturales.
Ser muy inteligente no debe ser un muro para la felicidad
Llegados a este punto, es muy posible que más de uno pueda pensar que ser muy inteligente es poco más que una patología. No es cierto, no debemos verlo de este modo. Lo que debemos ante esta serie de datos es reflexionar.
El niño superdotado que pasa su vida escolar sin ser detectado, desarrollará poco interés académico y vivirá en un aislamiento personal donde sí podrán aparecer otro tipo de problemas como trastornos de ansiedad o depresión.
Por otro lado, la propia OMS nos advierte de lo siguiente: 
el CI no se puede utilizar únicamente como un “diagnóstico” de la superdotación.
Porque la inteligencia, no puede entenderse sin la parte emocional, sin su hipersensibilidad, hiperestesia, hiperemotividad, hipermadurez, hiperestimulación, sin su pensamiento arborescente y su velocidad de pensamiento…
Ser muy inteligente puede suponer vivir en un complejísimo rincón privado donde las emociones y los pensamientos son caóticos, profundos y muy intensos. 
Nuestro papel como padres, madres, educadores o psicólogos es por tanto ofrecerles estrategias adecuadas para que hallen la calma y el equilibrio. Para que puedan alcanzar su máximo potencial y por supuesto, la felicidad.

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro