viernes, 6 de octubre de 2017

RAJOY, PARALIZADO por la AMENAZA de los DOSIERES de PUJOL

Hasta que no respalde con hechos sus grandilocuentes declaraciones, todo la respuesta de Felipe VI a la crisis catalana es palabrería vana. Y solo deponien- do previamente al presidente traidor y colaboracionista del gobierno de la na- ción podrá restaurarse el imperio de la Ley. Ya ha lanzado su órdago, majestad. Ahora actúe o vaya preparando las maletas para el exilio.

RAJOY, PARALIZADO POR LA AMENAZA DE LOS DOSIERES DE PUJOL


El martes el Rey Felipe VI denunciaba la deslealtad e ilegalidad flagrantes en que vienen incurriendo los mandatarios de la Generalitat durante las últimas semanas, a la vez que anunciaba que los ciudadanos acosados por el independentismo "no están solos". 
Dichas palabras parecen el preludio a una acción expeditiva que no se ha producido. 
Y el freno a dicha acción no es otra que la actitud cobarde, evasiva e irresponsable de un presidente de Gobierno al que los sediciosos tienen inmovilizado bajo chantaje a causa de "debilidades" que podrían salir a la luz y causarle un descrédito personal mayor aún que el descrédito político en que se halla. 
De ese temor de Rajoy se hallan rehenes millones de ciudadanos que han pasado a serlo de segunda categoría en una Cataluña en la que el orden legal no significa ya nada. 
La reacción constitucionalista contra la sedición catalana pasa en este momento por apartar a esta calamidad humana incapaz de asumir sus responsabilidades. 
O se solucionan simultáneamente los dos problemas que confluyen en la situación política actual del Reino o no se solucionará ninguno. 
Y la humillación de la nación será solo el preludio a su desmembramiento final. Rajoy debe ser depuesto, y la situación conducida por alguien capaz.
En cualquier país europeo, la gravísima situación que se vive en Cataluña habría tenido ya la respuesta formal de las instituciones del Estado. 

En la España de Rajoy, no. Enumerar el cúmulo de delitos y quebrantamientos del orden social que están teniendo lugar en Cataluña en las últimas semanas, amparados, alentados y subvencionados por una parte del Estado en guerra contra el Estado, se nos antoja tarea imposible. Difícil sería imaginar un territorio de cualquier país civilizado viviendo en estado de rebelión, con episodios de violencia cada vez más alarmantes, y sin respuesta alguna por parte de las autoridades gubernativas. 

Cataluña ha sido hoy la única zona del mundo donde la policía actúa en estrecho consorcio con quienes cortan autopistas, toman puentes y carreteras, cierran colegios, acosan a funcionarios públicos, cercan edificios policiales e incumplen las normas recogidas en el ordenamiento jurídico.

A la situación surreal de estos días se une la división entre los dos principales partidos y la constatación de que Rajoy carece de las ideas y del coraje necesario para asumir el control de la situación sin ampararse en policías, jueces y ahora también el Rey. 
Las declaraciones medrosas de Rajoy y de Soraya Sáenz de Santamaría, sus apelaciones a la nada, las permanentes mentiras del Gobierno sobre la situación real, el fracaso absoluto del régimen político del 78, alimentan al mismo tiempo a la otra parte. 
Ni en su mayor grado de optimismo podía imaginar Puigdemont un escenario tan cómodo para recorrer el camino hacia una independencia que cada vez tiene más cerca.
¿Un político del siglo XXI o un señor feudal que exige fueros, cupos y privilegios medievales? El "president" que solicita diálogo mientras anuncia que no se moverá "un milímetro" en sus planteamientos. O lo uno o lo otro, digo yo.
Acorralado el Gobierno, con un PSOE siendo el oximonón antiespañol que siempre fue, con una ultraizquierda revoloteando como buitres sobre los restos mortecinos del Estado, con policías y guardias civiles abandonados por su gobierno, indefensos y acosados permanentemente, con los separatistas ya dueños de la calle y de las infraestructruras, a Puigdemont le basta con prolongar el conflicto para que la situación se haga insostenible y los principales líderes mundiales urjan a Rajoy al acuerdo como paso previo a la rendición. 

La situación es tan inverosímil como sería la de un herido grave por arma de fuego, que fuese trasladado a un hospital perdiendo sangre a borbotones. 

A continuación, el cirujano jefe esperaría hasta contar con el apoyo de la auxiliar de enfermería para practicar los primeros auxilios al herido. O peor aún, que es lo que está haciendo Rajoy, quedarse de brazos cruzados hasta que la policía detenga al pistolero.

Han pasado ya dias desde el golpe separatista del domingo y el Gobierno no ha tomado ninguna medida ejecutiva contra Puigdemont, ni contra Junqueras, ni contra Forcadell, ni contra los mandos de los Mossos (al margen de la citación a Trapero), ni ha explicado a los españoles cómo va a asegurarse el control de esa fuerza de 14 mil hombres que participó por activa o por pasiva en la insurrección. La conducta de Rajoy y del Gobierno ya sólo puede ser catalogada de alta traición. 
Un estadista patriota no necesita esperar a que otros refrenden las decisiones que la exigencia de su cargo obligan a tomar a Rajoy con la máxima firmeza. Podemos asegurar que tampoco van a ser tomadas en el futuro. 
Comienza a instalarse en nosotros el convencimiento de que todos los acontecimientos que se viven en Cataluña desde hace meses, incluyendo el atentado de las Ramblas, responden a un guión pactado desde distintas instancias.
Hemos sostenido que la parálisis y el inmovilismo del Gobierno sólo podía responder a la cobardía o la traición de sus miembros. Hoy introducimos un tercer factor en juego, que aglutinaría las dos anteriores, que ya está siendo barajado en algunos círculos: que el Gobierno y los centros de poder hayan entrado en pánico ante la posibilidad de que Puigdemont haga uso de los dosieres de Pujol si Rajoy da pasos en la dirección de abortar la declaración de independencia. 

El ex president de la Generalitat dispuso de un servicio de inteligencia conocido como los “Pata Negra” formado por ex agentes del entonces CESID que elaboraron informes durante años sobre las redes de corrupción, escándalos y sus ramificaciones en todo el Estado español. La filtración de los dosieres haría tambalear lo que queda del Estado.

El ex molt honorable, Jordi Pujol, ya hizo un amago durante su comparecencia en el Parlament catalán, el 25 de septiembre de 2014, cuando al ser interpelado sobre el origen de su fortuna que atribuía a la herencia de su padre, y ante las dudas de algunos diputados, manifestó que si ponía en marcha el ventilador se iba a armar gorda.
El "capo" que tiene a la clase política española cogida por los h#####
Lo que pocos conocen, pero si el Gobierno Rajoy, la oposición y los centros de poder, es que tras el escándalo de Banca Catalana, Pujol lo tuvo claro. 

Logró que los miembros del tribunal que le juzgaba fueran convenientemente tocados. Sorprendentemente salió absuelto.

El Gobierno de Felipe González había ordenado a los fiscales que dejaran en paz al molt honorable. Y ahora que uno de los fiscales, Villarejo, no tiene inconveniente en airear la orden que le dieron, debemos recordar el párrafo de Salvador Sostres en “El Mundo” contando cómo se enterró el caso Banca Catalana:
“Piqué Vidal hizo una lista de los 41 magistrados de la Audiencia de Barcelona que tenían que decidir si procesaban o no a Pujol y visitó uno a uno a los que calculaba que estaban más dispuestos a dejarse convencer. Y a cada uno de ellos les hizo una oferta que no pudieron rechazar”.
“No una oferta genérica -prosigue Sostres- sino perfectamente personalizada: ayudas al hijo yonqui, el puesto de trabajo de la esposa con problemas, cantidades económicas para las situaciones desesperadas, etcétera. 

Todo ello, naturalmente, con cargo al erario público. Un día antes de la votación, en 1986, Piqué Vidal estuvo en condiciones de anunciarle a Pujol: ‘Presidente, ganaréis por 33 a 8’, que fue exactamente el resultado de la votación del día siguiente”.

Por supuesto que para llegar a cambiar la voluntad de 33 jueces hubo una minuciosa labor de inteligencia que investigó las debilidades de cada uno de los magistrados.
A partir de esa experiencia y para extender el control a jueces, fiscales, políticos, empresarios y otras personalidades, desde la Generalidad Pujol montó un servicio secreto de agentes conocidos como los “Pata Negra”.
Algunos de ellos eran agentes de la “antena” (oficina) del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) en Barcelona, que en su momento fueron utilizados por el ministro de Defensa Eduardo Serra para investigar las andanzas de Javier de la Rosa, entre otras misiones impropias.

Parte de los agentes pasaron al servicio de Pujol cuando se desmontó la “antena” del CESID en Cataluña, una de las exigencias de CiU para apoyar la investidura de José María Aznar en 1996 tras ganarle las elecciones a Felipe González, pero sin mayoría absoluta.
La sociedad española ha comprobado cómo el escándalo Pujol ha sido tratado con algodones por jueces, fiscales y el propio Gobierno que no se atreve a que el ex-molt honorable pase la pena del telediario.
En el despliegue policial de hace un año, los doscientos agentes que intervinieron en los registros de las viviendas y oficinas del Clan Pujol en Barcelona debían tener sumo cuidado. 

Habían recibido órdenes taxativas de no realizar ninguna detención, fueran cuales fueran los resultados de los registros.

Incluso cuando acudieron al domicilio del matrimonio Pujol-Ferrusola donde se encontraba convaleciente de una operación quirúrgica en el hombro el hijo mayor, las indicaciones eran muy precisas: sólo debían acceder a la habitación de Jordi junior. No podían buscar pruebas en otras dependencias de la vivienda.
La explicación es sencilla: el Gobierno tenía miedo de enfadar a Jordi Pujol y que empezase a tirar de los dossiers elaborados por los “Pata Negra” y salieran a relucir decenas y decenas de escándalos.
Parece que las visitas de Carles Puigdemont y Artur Mas a Jordi Pujol guardan relación con la estrategia sobre dichos dosieres que, aseguran fuentes conocedoras de los mismos, recogen pormenorizadas informaciones sobre las redes de corrupción, escándalos y sus ramificaciones en todo el Estado español.

Se confirma, una vez más, que la información es poder. 
Si Soraya Sáenz de Santamaría es tan poderosa, intocable por los medios escritos y respetada por la clase política, se debe a la información que el servicio secreto, que todo lo escucha y todo lo ve, le ha proporcionado en estos cuatro años que lleva como jefa de los espías.
Ni el propio presidente Rajoy se atreve a ningunearla, sabedor de que en cualquier momento pueden indicar a sus fieles de la prensa que empiecen a filtrar capítulos del famoso Informe Pelícano, del que ya dimos a conocer su existencia en este medio.
Pujol lleva más de treinta años acumulando informes, muchos de infarto y sorprendentes. De ahí el pánico a que ponga en marcha el ventilador si se impide a Puigdemont culminar su hoja de ruta hacia la independencia. 

Entre tanto, lo que se le habría permitido a Rajoy son labores de distracción, como las cargas policiales del domingo, que reforzaron todavía más la estrategia secesionista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro