martes, 8 de agosto de 2017

The Guardian: La Oposición no es Solución para Venezuela... habría una Guerra Civil tan devastadora como en Colombia

Francia no quiere sanciones contra Venezuela


La mayoría de estados miembros de la Unión Europea no están muy a favor de avanzar en sanciones contra el gobierno de Caracas.

“Francia no quiere sanciones”, han explicado a Europa Press fuentes europeas, que aseguran que “la mayoría de estados miembros no están muy a favor” de avanzar en sanciones por ahora contra el gobierno de Caracas.

De hecho, este jueves se ha conocido que el presidente francés, Emmanuele Macron, ofreció a Maduro la mediación de Francia en la crisis venezolana en una carta que le dirigió el pasado 5 de julio, según ha informado la radio Europe 1. “Estamos disponibles para facilitar las negociaciones por la vía del diálogo”, le trasladó Macron.

El embajador galo en Caracas, Romain Nadal, incidió este miércoles en “la voluntad de facilitar el diálogo y la paz” a través de su perfil de Twitter.

“Hablo con todos los responsables venezolanos de forma transparente y directa con respeto y con la voluntad de facilitar el diálogo y la paz”, aseguró.

España ha reclamado a sus socios europeos imponer sanciones de la UE contra “los responsables de la situación” en Venezuela porque Caracas no frenó las elecciones a la Asamblea Constituyente del pasado domingo, algo que pidió expresamente la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, inaceptable injerencismo que fue rechazado por el gobierno bolivariano.

Los Veintiocho han descartado sanciones por ahora, pero han avisado a Caracas de que “la Unión Europea y sus estados miembro están listos para aumentar gradualmente su respuesta en el caso de que los principios democráticos se socaven más y la Constitución de Venezuela no sea respetada”.

“Las sanciones realmente no fueron discutidas dado que estaba claro que no hay consenso sobre el principio de sanciones”, han explicado a Europa Press fuentes diplomáticas al tanto de la reunión de los Veintiocho este miércoles para pactar una posición común.

“Francia no estaba a favor y Grecia tenía problemas”, han admitido.

Con información de Europa Press

https://red58.org/francia-no-quiere-sanciones-contra-venezuela-df631470e231

The Guardian: La oposición no es la solución para Venezuela


Si la derecha llega al poder, el resultado sería la austeridad y una guerra civil tan devastadora como la de la vecina Colombia, dice The Guardian.

Por Oscar Guardiola-Rivera

Lanarrativa principal sobre Venezuela es algo así: la nación caribeña ejemplifica lo que ocurre cuando una oposición civil mayoritaria es víctima de la represión violenta de un gobierno autoritario al mando de una “revolución desde arriba” insensata.

Pero si los resultados de la elección de la Asamblea Constitucional venezolana del domingo son verdaderos, la teoría ahora es insostenible.

Según cifras oficiales, más de 8 millones de electores votaron a favor de una propuesta de Asamblea Constituyente.

La Asamblea tendrá el poder de reescribir la Constitución en un intento de desbloquear el estancamiento entre un legislativo dominado por la derecha y en gran parte inoperante, y un ejecutivo de izquierda cuyos negocios han vacilado gracias a una combinación de medidas fallidas y la caída de los precios del petróleo.

No sólo eso, la Asamblea limitará los efectos de la decisión de la oposición, respaldada por Estados Unidos, de boicotear la producción y no participar políticamente, al tiempo que incita a la violencia en las calles e invita al ejército a unirse a un golpe similar al fracasado en 2002.

Esta oposición, se debe señalar, está dominada por sectores de extrema derecha, para quienes deshacerse de Nicolás Maduro también significaría aplastar de una vez por todas la insubordinaciones a EEUU de los últimos 15 años.

A dos de estos líderes de la oposición, Leopoldo López y Antonio Ledezma, se les suspendieron medidas de arresto domiciliario tras violar las condiciones cautelares.

López usó su cuenta de Twitter el fin de semana pasado al estilo de Trump, cuando pidió a los venezolanos salir a las calles y “ratificar los resultados del 16 de julio por la fuerza”.

Días antes había publicado un video en el que exhortó al Ejército a levantarse contra el gobierno constitucional, como hicieron los líderes civiles detrás del golpe militar en Chile, en 1973. Los venezolanos están más molestos hoy con tal oposición que con Maduro.

Sin embargo, los que están a la derecha del Partido Laborista y ahora presionan a Jeremy Corbyn para que condene la detención de estos opositores, no nos dicen qué pasaría con alguien en el Reino Unido o Estados Unidos que trate de derrocar por la fuerza al gobierno elegido e incite a la violencia. También parecen más preocupados por encontrar otro palo con el que golpear a su líder.

Su línea es la misma utilizada diariamente por el establishment español de la derecha contra Podemos y en Francia contra Mélenchón.

Lo que deberían hacer, tanto Corbyn como el Partido Laborista, es condenar el intento de la administración Trump de intervenir una vez más en los asuntos internos de una nación latinoamericana soberana.

El presidente venezolano Nicolás Maduro, a la derecha, en una reunión con constituyentistas en Caracas, el 2 de agosto de 2017. Foto: HO / AFP / Getty Images

La Asamblea será también una nueva oportunidad para las fuerzas de la sociedad que impulsaron el proceso revolucionario que comenzó en 1989 -los campesinos, los indígenas, la comunidad LGBT, etc.

Estos son los grupos que han sido marginados tanto por las tendencias centralizadoras del partido gobernante, como por la indiferencia histórica de una oposición de derecha que nunca ha mostrado interés en extender y radicalizar la democracia.

Si la Asamblea tiene éxito, puede haber una renovación de las energías desde abajo para relanzar ese proceso revolucionario, que aparentemente se ha estancado. Si no es así, el peligro de la guerra civil se hace más evidente.

Pero ¿debemos creer las cifras? La oposición dice que solo 2,5 millones votaron. Pero sus números son tan extraoficiales como los 6,5 millones que, según dicen, votaron en contra de la Asamblea Constituyente el 16 de julio, cuando ellos mismos consultaron a los ciudadanos sobre el tema.

Eso son menos que los votos obtenidos por Maduro durante la elección presidencial de 2013, y muchos votos menos que los que obtuvo la oposición durante las elecciones legislativas de 2015.

Hay otras razones para no confiar en la oposición: 

no ha respaldado sus afirmaciones con evidencia imparcial, y no tuvo observadores neutrales que validaran sus propias elecciones.

Sin embargo, mantiene su afirmación de haber obtenido un 37% de los votos en contra de la Asamblea.

Pero también están en entredicho las cifras del gobierno: 

hay informes no confirmados de que los trabajadores votaron bajo la amenaza de perder sus empleos y, por otro lado, la violencia debe haber limitado el acceso a las urnas durante la votación del domingo.

Sin embargo, el gobierno mantiene su afirmación de haber obtenido el 41% de los votos a favor de la Asamblea Constituyente.

Sabemos que en el conflicto, la verdad se convierte en la primera víctima, y ​​el conflicto de clases es una buena descripción de lo que está sucediendo en Venezuela.

En cualquier caso, ni siquiera las democracias aparentemente estables son inmunes a “hechos alternativos”. Testigo de la disonancia informativa de la Casa Blanca liderada por Trump, es que el lunes calificó a Maduro de “dictador”.

¿Por qué debemos creerle Trump semejante cosa, mientras el propio presidente de EEUU tiene graves problemas de credibilidad? Estados Unidos rara vez se arregla bien con América Latina. Su historial habla por sí mismo.

Así que podemos elegir no creer ni de un lado ni de otro, pero propongo al menos dar el beneficio de la duda. Si hacemos esto último, una conclusión se impone sobre nosotros: la oposición venezolana de derecha es, por admisión propia, incapaz de reunir a una mayoría decisiva de votantes venezolanos.

Los números coinciden en gran medida con lo que dicen los encuestadores independientes: el 51% apoya las protestas callejeras lideradas por la oposición de derecha, pero el 44% no, y en contraste, el 57% sigue teniendo simpatías hacia Hugo Chávez.

Esto no es un consuelo para Maduro. A medida que el auge del precio del petróleo cayó, así fue la fortuna del presidente: su popularidad es del 22%. Eso es malo, pero no tanto como la impopularidad de los líderes de derecha de los países vecinos que no reconocieron los resultados del domingo pasado.

El mexicano Peña Nieto está en 17%, el colombiano Juan Manuel Santos 14%, y el golpista Michel Temer de Brasil un escaso 5%.

Si creemos que tanto en la oposición de derecha como en el gobierno, resulta que el primero todavía tiene un largo camino por recorrer antes de que pueda presentar un desafío democrático creíble contra este último.

Esa puede ser la verdadera razón por la que boicoteó las elecciones del domingo y sigue llamando a continuar las protestas callejeras, aunque sabe que esto significa escalar la violencia de ambos lados.

Está envalentonado por el apoyo de Trump, la parcialidad de la Organización de Estados Americanos y patrocinadores internacionales como Temer. 

Pero también significa que su estrella puede ascender y caer junto con las fortunas de Trump, Nieto y Temer, así como aislar un margen aún mayor de venezolanos.

La oposición de derecha no puede reunir a una mayoría más allá de las clases medias-altas, incluso mientras muchos venezolanos, especialmente los más pobres, sufren de una escasez muy real y dificultades económicas. ¿Por qué? Sólo hay una respuesta sensata: la mayoría de ellos teme el regreso de la derecha al poder más que la supuesta incompetencia de Maduro.

Ellos saben que si el actual liderazgo de la oposición llega al poder, respaldado por gente como Trump y el célebre ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, el resultado sería la austeridad y muy probablemente una guerra civil tan devastadora como la de la vecina Colombia.

*Oscar Guardiola-Rivera es profesor de Derecho internacional y asuntos internacionales, en el Birkbeck College, Universidad de Londres.


https://red58.org/the-guardian-la-oposici%C3%B3n-no-es-la-soluci%C3%B3n-para-venezuela-324df6bb8ce9

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro