viernes, 24 de marzo de 2017

“Yo maté a Kennedy”, agente de la CIA confesó toda la trama: Atlee Phillips dirigió la operación


El oficial de la CIA Atlee Phillips dirigió la operación que mató a Kennedy

“Yo maté a Kennedy”, agente de la CIA confesó toda la trama: 

Atlee Phillips dirigió la operación


El asesinato de John Fizgerald Kennedy ha quedado resuelto, en cuanto la entrevista con el ex cuerpo de élite en Vietnam, James Files, sea conocida por la Opinión Pública.
El oficial de la CIA Atlee Phillips dirigió la operación que mató a Kennedy
Realizada durante su estancia en una cárcel en 1994, esta entrevista despeja la mayor parte de las dudas acerca de este asesinato, pues detalla con precisión el tipo de armas utilizadas, las personas que apretaron el gatillo y el hombre que dio la orden. 

Fueron el propio Files (por entonces, un chiquillo de 21 años, que había sido manipulado con drogas por la propia CIA), su jefe, el mafioso Nicoletti y el hombre que les proporcionó las armas y les dio la orden, el alto funcionario de la CIA, John Atlee Philips, que fue el brazo operativo para este golpe de estado que cambió el rumbo de la Historia. 

Aunque no sepáis inglés, es interesante escuchar el tono de voz del asesino, y su risa siniestra, después de la cual sigue hablando con su tono desalmado. 

Dado que la grabación original es un VHS, el sonido no es de muy buena calidad, aunque se le entiende.


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Foto: Sirhan Sirhan, en el hotel Ambassador, tras ser aprehendido por el asesinato de Robert F. Kennedy. (Bettmann/Corbis)
Sirhan Sirhan, en el hotel Ambassador, tras ser aprehendido por el asesinato de Robert F. Kennedy. (Bettmann/Corbis)

La sorprendente revelación sobre el asesinato de Robert Kennedy: un enigma más

El pasado miércoles se celebró en San Diego una vista para decidir si el asesino convicto de Robert F. Kennedy, el palestino de nacionalidad jordana Sirhan Sirhan, obtenía la libertad condicional que lleva solicitando desde 1985. Pero en esta ocasión, Sirhan contó con un aliado inesperado.
Paul Schrade era un amigo íntimo de la familia Kennedy, y se encontraba junto a Robert la madrugada del 5 de junio de 1968, cuando el senador por el estado de Nueva York y, desde hacía unas horas, candidato a la Presidencia por el Partido Demócrata, fue asesinado. 
Él mismo recibió un tiro en la cabeza y, desde hace 40 años, tiene claro quién le disparo: fue Sirhan Sirhan
Pero, por eso mismo, está convencido de que el hombre que lleva casi 48 años entre rejas por asesinar a RFK nunca fue culpable de su muerte: 
el pistolero que acabó con el séptimo Kennedy desapareció de la escena del crimen y nunca fue identificado.
Según ha explicado AP, en la audiencia, Schrade, que tiene ya 90 años, se encontró de nuevo con Sirhan, al que no veía desde el juicio de 1969, y trató de convencer al juez de que el palestino nunca fue culpable del asesinato de RFK. 
“Debería haber estado aquí hace mucho tiempo”, reconoció Schrade al convicto, “y me siento culpable de no haber estado para ayudarte a ti y a mí”.
Su esfuerzo fue en vano. 
Como ocurrió en las 13 audiencias anteriores para decidir la libertad condicional de Sirhan, su solicitud fue denegada.

La teoría del segundo pistolero

En una breve declaración, hecha pública antes de la audiencia, Schrade resumió su versión de lo acontecido: 
“El LAPD [Departamento de Policía de Los Ángeles] y la LADA [la Oficina del Fiscal del Condado de Los Ángeles] sabían dos horas después del disparo fatal de Robert Kennedy que este había sido efectuado por un segundo pistolero y tenían pruebas concluyentes de que Sirhan Bishara Sirhan no pudo hacerlo y no lo hizo. El acta oficial muestra que la fiscalía nunca tuvo un solo testigo -ni evidencias físicas ni balísticas- para probar que Sirhan disparó a Robert Kennedy. 
Las evidencias, guardadas bajo llave durante 20 años, muestran que el LAPD destruyó las pruebas físicas y escondió las evidencias balísticas que exoneraban a Sirhan, encubriendo la existencia de un segundo pistolero, que fue el que hirió fatalmente a Robert Kennedy”.
El doctor Shane O'Shullivan, autor del libro 'Who Killed Bobby? The Unsolved Murder of Robert F. Kennedy' (Sterling Pub), es el investigador que más ha estudiado el asesinato, y coincide al cien por cien con la versión de la historia narrada por Schrade. 
Como explica en un artículo publicado en 'Who What Why' con motivo de la decimocuarta petición de libertad de Sirhan, la investigación del asesinato de RFK estuvo llena de irregularidades y es imposible sostener la idea de que hubo un solo pistolero en la escena del crimen.

Robert F. Kennedy, en el suelo del hotel Ambassador tras el tiroteo. El zapato de Paul Schrade se puede ver en la esquina inferior derecha de la foto.Foto por: California State Archives
El 4 de junio de 1968, RFK logró la mayor victoria de su carrera política, al vencer en las primarias del estado de California y Dakota del Sur, lo que despejaba su camino hacia la batalla presidencial. Por la noche, el senador pronunció su último discurso en el hotel Ambassador de Los Ángeles.
Schrader, que era el jefe de personal de la campaña de RFK, estaba sentado junto a él durante el discurso y, al finalizar este, caminaba unos dos metros por detrás del senador, a través de la despensa del hotel, de camino a la sala de prensa. Entonces, poco después de la medianoche, comenzó el tiroteo.
El senador se detuvo un momento para estrechar la mano de algunos ayudantes y empezó de nuevo a caminar cuando Schrade, que trasladó a O'Shullivan lo que recuerda de aquella noche con todo detalle, vio destellos luminosos y escuchó “un sonido crepitante como de electricidad”. 
Lo primero que pensó es que se había electrocutado al pisar unos cables de televisión mojados, pero entonces fue golpeado en el centro de la frente, cayó al suelo y perdió el conocimiento. 
Como reconoció después, tuvo mucha suerte: 
“Si la bala que impactó en mi frente hubiera entrado unos milímetros más abajo, habría muerto en el acto”.
En total, Kennedy recibió cuatro balazos y, aunque no murió nadie más, otras cinco personas resultaron heridas por distintos proyectiles
La autopsia de RFK desveló que una bala había pasado a través de la hombrera derecha de su chaqueta sin entrar en su cuerpo, otras dos le habían alcanzado debajo de la axila derecha, y el tiro fatal impactó en el cráneo unos centímetros por detrás de la oreja, atravesando el cerebro.
En total, Kennedy recibió cuatro balazos y, aunque no murió nadie más, otras cinco personas resultaron heridas por distintos proyectiles.
La Policía de Los Ángeles debía justificar, por lo tanto, la procedencia de nueve disparos, con el inconveniente de que su único sospechoso tenía una pistola en la que solo cabían ocho balas. 
La solución que encontró Deawayne Wolfer, el investigador principal del caso, fue explicar que la segunda bala que disparó Sirhan “había pasado a través de la hombrera de la chaqueta de Kennedy y viajó hacia arriba [en un ángulo de 80 grados] para golpear a Schrade en la frente”.
Como explicó el propio Schrade al periodista Dan Moldea, esto solo podría haber ocurrido “si midiera 2,70 metros o hubiera tenido la cabeza apoyada en el hombro de Kenedy”. 
Por si la explicación del LAPD no fuera lo suficientemente absurda, el agente del FBI William Bailey encontró otras dos balas más en la escena del crimen, solo unas horas después del tiroteo.
El criminalista del LAPD, Dewayne Wolfer (izquierda), y el coronel Thomas Noguchi (centro) trazan la supuesta trayectoria de la bala que mató a RFK. (California State Archives)

El criminalista del LAPD, Dewayne Wolfer (izquierda), y el coronel Thomas Noguchi (centro) trazan la supuesta trayectoria de la bala que mató a RFK. (California State Archives)

Demasiadas pruebas que no encajan

Parece claro que las evidencias balísticas no sustentan la versión oficial del asesinato de RFK, pero tampoco lo hacen las historias que contaron los múltiples testigos del crimen. 
El 'maître' del hotel, Karl Uecker, que estaba guiando a Kennedy a través de la despensa sujetando su brazo derecho, insiste en que agarró a Sirhan después de que disparara dos veces, y coloco su mano sobre una mesa de vapor. 
El palestino no dejó de apretar el gatillo, pero Uecker insiste en que no hubo forma de que Sirhan volviera a apuntar hacia Kennedy, por lo que no pudo efectuar los cuatro disparos sobre él.
Otro trabajador del hotel, Eddi Minasian, corroboró la versión de los hechos dada por el 'maître' y aseguró, además, que Schrade cayó al suelo antes que Kennedy, lo que implica que fue él quien recibió el primer disparo. 
Lo mismo vio Frank Burns, un abogado que estaba también en la escena y vio claramente toda la secuencia: el disparo que impactó en RFK no salió de la pistola de Sirhan.
La versión oficial del asesinato tampoco encaja con el único documento sonoro que recoge el crimen: la grabación que realizó el periodista Stanislaw Pruszynski. 
Como explicó en la CNN el forense Philip Van Praag, en la cinta se pueden escuchar perfectamente 13 disparos. 
Primero hay dos disparos, después una pausa de segundo y medio (momento en el cual, cree el experto, el 'maître' agarró la mano de Sirhan) y tras esto se escuchan el resto de disparos. 
Lo interesante es que, entre los disparos tres y cuatro, y siete y ocho, Van Praag asegura que no existe el suficiente tiempo como para que el sonido provenga de la misma pistola. 
Son disparos efectuados casi a la vez desde puntos distintos. 
Cinco de los disparos -el tercero, el quinto, el octavo, el décimo y el duodécimo- tienen una “frecuencia anómala” que indica que provenían de otra pistola, situada en dirección opuesta a la que portaba Sirhan.
Scharade fue el primero que pidió reabrir el caso de RFK en 1974. Dos años después, se reexaminaron las pruebas balísticas, pero no se llegó a ninguna conclusión. En 1988 logró que se desclasificaran los documentos policiales sobre el caso, y se descubrió que el LAPD había destruido gran parte de las pruebas, pero tampoco se cambió la versión oficial del caso. 
En 2011, los abogados de SirhanWilliam Pepper y Laurie Dusek, aportaron nuevas pruebas al caso (la grabación de Pruszynski y una declaración médica en la que se aseguraba que el palestino no recordaba nada de lo que ocurrió el día del crimen). 
En enero de 2015, el juzgado desestimó las nuevas alegaciones.

¿El primer terrorista islámico?

Aunque parece claro que el palestino no acabó con la vida de RFK, aún nadie sabe por qué trató de matarle. 
Cierto es que Sirhan veía con malos ojos la política de Kennedy respecto al conflicto palestino-israelí, pero todo lo que rodea al asesinato es tremendamente confuso. 
La policía logró extraer una confesión de culpabilidad solo cuatro días después del crimen, una confesión de la que Sirhan se retractó después, asegurando que no recordaba haberla hecho, pues ni siquiera tenía memoria de lo ocurrido la noche del asesinato.
La teoría más extendida entre los defensores de Sirhan, incluido su primer abogado, Lawrence Teeter, es que el palestino fue víctima de una conspiración gubernamental: 
fue hipnotizado, y puede que drogado, para convencerle de que debía matar a RFK, algo que trató de hacer, sin éxito, en un estado de absoluta enajenación
Esta versión de los hechos puede parecer peregrina, pero aún lo es más negar que el juicio de Sirhan no estuvo lleno de irregularidades y que todo apunta a la participación de un segundo pistolero del que nadie sabe nada.
Tras el 11-S, la prensa le demonizó, asegurando que había sido el primer terrorista árabe, sin tener en cuenta que Sirhan siempre ha sido cristiano
Cuestión aparte, independientemente de su culpabilidad, es lo injusto que ha sido el sistema penitenciario con el palestino. 
En marzo, Sirhan cumplirá 72 años, 48 de los cuales los ha pasado en prisión por un crimen del que no recuerda nada. 
Aunque había sido condenado a morir en la cámara de gas, tres años después el estado de California abolió la pena de muerte, por lo que su condena pasó a ser de cadena perpetua.
Sirhan Sirhan, en su celda, en agosto de 1968. (California State Archives)

Sirhan Sirhan, en su celda, en agosto de 1968. (California State Archives)



En 1975, el gobernador de California anunció su intención de revisar todas las cadenas perpetuas indeterminadas y dar a los reos una fecha a partir de la cuál podían optar a la libertad condicional. 
Dado el tiempo que pasó en la cárcel antes del juicio, Sirhan pudo pedir su libertad a partir del 1 de marzo de 1985. 
La mayoría de presos condenados por asesinato en primer grado son liberados, de media, después de 11 años de solicitar la condicional. Pero, claro está, Sirhan no es un preso cualquiera. Y, además, tiene muy mala suerte.
Según explicó Munir, el hermano de Sirhan, un compañero de celda le regaló una televisión unos días antes del ataque terrorista del 11-S. 
La mañana de los atentados, nada más salir de la ducha, Sirhan estaba viendo las noticias, con una toalla enrollada en su cabeza.
Los guardias le vieron y aseguraron que tenía relación con terroristas árabes y conocía previamente lo que iba a suceder en Nueva York. 
Pasó todo un año en régimen de aislamiento, solo y encadenado.
 Gran parte de la prensa estadounidense le demonizó, asegurando que había sido el primer "terrorista árabe", sin tener en cuenta que Sirhan siempre ha sido cristiano. 
Nunca se ha probado su relación con terroristas.
Tras la decisión del pasado miércoles, Sirhan no podrá solicitar de nuevo la libertad condicional hasta dentro de cinco años.
http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-12/y-si-el-hombre-que-lleva-48-anos-en-prision-por-matar-a-rfk-nunca-fue-su-asesino_1150767/

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro