lunes, 16 de enero de 2017

“El Opus, Grandes Fundaciones y ciertos Millonarios han fabricado Artistas para ganar más dinero”

Alicia Bango: 

“El Opus, grandes fundaciones y ciertos millonarios han fabricado artistas para ganar más dinero”


Durante años Alicia Bango (Oviedo, 1962), además de llevar a cabo su propia obra pictórica, con galardones nacionales e internacionales, regentó la galería de arte Dasto, casi doscientos metros de local en pleno barrio ovetense de La Tenderina por donde pasó lo mejor del arte español contemporáneo. 
Su última iniciativa es Gijón Internacional Arte Feria (GIAF), en el hotel ABBA gijonés. Alicia viene de la Movida madrileña, de la última tentativa abstracta, de los felices ochenta, de los locos noventa y de décadas enteras de reflexión sobre el mundo de lo plástico y su mercado.
Diego Medrano / Escritor.
¿Se cumplieron las expectativas de GIAF?
Todas, y en varios sentidos. Lo sustantivo de GIAF es que discurre en habitaciones de hotel. Tú no divisas la obra hasta que entras en la habitación y ahí la sorpresa. 
No es la fórmula, agotadísima, de los stands, donde ya a veinte metros sabes lo que vas a ver, a medida que te acercas. 
El modelo de galería a pie de calle, como bien subrayó nuestro comisario Miguel Cereceda, está obsoleto. Es el modelo tienda de toda la vida. Hoy el arte internacional está en las ferias. 
En GIAF hubo filtros, respecto al público, 2 euros de entrada y un hotel de cuatro estrellas, no buscamos el público de tortilla de patata y chanclas que viene de la playa con el perro. Se busca un coleccionismo intermedio, medio alto. 
Cada galería expone un “One Project” de quien considera un número uno de su cuadra de autores. 
El mercado del arte hoy está más centralizado que nunca, mira la calle Doctor Fourquet de Madrid, donde están todas las galerías jóvenes, y nosotros también buscamos esa óptica, en el pasillo de un hotel inmejorable, en un marco incomparable y con unas vistas y alojamientos de impresión.
Tres críticos artísticos del máximo nivel (Miguel Cereceda, Fernando Castro Flórez y Juan Manuel Bonet) han subrayado, en diversas ocasiones, sus relaciones con Asturias… 
¿Son posibles los vínculos, en un nivel serio y apasionado, entre el centro y la periferia?
El centro artístico nacional en este momento, como todos sabemos, es Madrid. Claro que es auténtica la relación en la medida que no solo necesitamos proyectos desarrollados de forma centralizada… 
¡Ahí está la clave del asunto! Los artistas, por su experiencia, crean obras o proyectos con características específicas y discursos distintos, dependiendo dónde desarrollen su trabajo. 
Es siempre interesante conocer otras propuestas, de ahí el interés de comisarios y críticos por lo local, por la periferia, donde la cantera se expande y multiplica. 
Porque el objetivo último, no hay que olvidarse, es el internacional, que no es ni centro ni periferia, sino la galaxia entera y mucho más compleja…
Laboral, Niemeyer… grandísimos “dinosaurios culturales” en Asturias, para unos contenedores de nada, para otros todavía sin exprimir su mejor jugo, sus mayores posibilidades…
Gracias a tales centros se ha situado Asturias en un mapa artístico, son centros internacionales. Se creó una gran expectativa en torno a ellos, sobre todo Laboral como primer centro de creación industrial a nivel europeo, con unas condiciones y características muy especiales. 
Antes Asturias, no nos engañemos, era una completa desconocida a nivel internacional… No ya aquí, ni en León sabían lo que hacíamos…
Permítame, dada la hora de la tarde [16:30 h], una frivolidad. 
¿Qué fue de los copetines que en el pasado inauguraban todas las exposiciones de cualquier parte de España? 
¿Eran rentables, eran una pose, todo aquel ritual del vino español o el copazo a las ocho de la tarde?
No creo en lo fatuo de estos eventos. 
Servía para concentrar a un público que disfrutara, de la mejor manera, porque el ocio también es una óptica, de la experiencia de arte, sí, como una forma lúdica, cercana, entre amigos. 
Lo que se buscaba era un mero acontecimiento social de trascendencia, más o menos relativa, en los medios de comunicación. 
No iban dirigidos al especialista, al público veterano, al militante, al coleccionista. Asuntos de cara a la galería…
Miguel Cereceda habló en GIAF de un coleccionismo de libro (José María Lafuente) pero también sentimental (Alicia Aza). ¿Hay también la compra por impulso?
La historia de todo coleccionismo es una historia sentimental. 
En GIAF eso se amplía: la intimidad de una habitación de hotel hace el efecto de lupa. El “buen rollo” de GIAF también ha venido por cuanto implica relacionarse: los galeristas asturianos entre sí y con los foráneos. Charlas, cenas, copas… un entorno de ocio donde la meta no es el negocio, aunque siempre sea bienvenido si llega. La galería no es un espacio extraño donde uno entra sino que se busca la invasión de lo cotidiano por parte de aquélla: he ahí lo insólito, lo raro, lo entretenido. 
Estamos viviendo un cambio de modelo del mundo del arte: se sigue aplaudiendo al virtuoso, ahí está Antonio López, pero el artista contemporáneo más que nunca tiene que crear escuela, a la manera de Gordillo, si quieres, por poner en solfa la antigua polémica de los años setenta entre figurativos y abstractos. 
Koons y Hirst vienen del mundo de la bolsa o de la especulación. 
Lo figurativo precisa un aprendizaje pero lo abstracto es quien ha hecho avanzar al arte hacia formas nuevas. 
Debe “quedar” la calidad y eso solo se consigue ampliando el espectro de las propuestas. 
Y cuando hablamos de calidad, no hablamos en exclusiva de consagrados: mira ARCO, siempre tuvo esa vena joven, nueva, de lo que viene, con muy pocos consagrados. Los jóvenes pintores son los que hicieron de la feria ARCO lo que ahora es.
ARCO e Hispanoamérica
¿Funciona ARCO gracias a Hispanoamérica?
Eso lo sabe todo el mundo. La gente de dinero de América Latina, guiada por la facilidad del idioma, son los que más compran en ARCO. En este país se espera siempre a la “consolidación” y eso es un error. 
Nuestra GIAF ha funcionado desde el minuto uno, solo cuatro galerías no han vendido nada de la veintena invitadas, y es una feria que no tiene pasado, al ser la primera edición. 
La gente desconfía, a priori nadie se la juega y la consolidación es un camelo como tantos otros, para, en muchos casos, buscar un público que no se tiene. 
No quise hacer una feria popular y, al igual que en ARCO, hay espacios privados para que compradores y vendedores negocien. La gente hoy no soporta que se gaste dinero delante de ella porque, dadas las circunstancias, es siempre insolidario. 
Lo crucial en ARCO es la inauguración privada, lejos del público, donde se acuerdan el 80% de las transacciones. 
El gran coleccionista, sin intimidad, no compra.
¿Tienen buen nivel las galerías asturianas de Oviedo, Avilés y Gijón?
Sí, claro que sí. No son todas iguales: en unas prima más lo empresarial y otras están más abiertas al riesgo y lo joven o actual. Lo que no soporto es al advenedizo, al que tiene una galería como podría tener una boutique de moda, al personal no formado ni informado. 
Puestos a sacar lo malo: el mecenazgo no lo hace nadie. Pagar un sueldo al artista, como hicieron Soledad Lorenzo o Aizpuru. 
Eso de la antigua señora con dinero que queda divina de la muerte pero es ignorante no es lo que toca. No se puede engañar a los autores con catálogos, que acaban pagando eternamente, ni obligar al creador a pagar en obra, como forma de rapiña. 
No ahogar al artista con derechos de imagen ni de autor. 
Por todo lo anterior se produce esa figura ridícula del creador que está continuamente cambiando de galería porque todas le engañan. Eso no es mecenazgo. 
Todas aquellas mafias de darle el premio, cualquiera, al artista reconocido para quedarse con la obra y especular con ella. Lo vomitivo del crítico que pide un cuadro para escribir sobre ti. 
El mecenazgo es llevar de la mano, perdiendo tú si es preciso, al artista a una cotización, y que éste solo esté centrado en la producción de su trabajo. 
El galerista falla cuando no apoya al artista al cien por cien  , cuando no le promociona, cuando le hace de menos, cuando le cobra la mitad por ir a una feria, yendo el caradura de él a tal evento a costa de todo lo que pusieron sus autores y no al revés.
Pagar con obra
¿Cuál es la comisión, y clara, de galerista y artista?
Normalmente, el 50%, para hacer las cosas como se debiera. Y si se le paga un sueldo, a veces el 80%. Sin menoscabar en nada sus honorarios como profesional. Todo esto ajeno a los trapicheos de las subvenciones, claro está. 
Y en las ferias, lo principal, lo urgente, un comité de selección, ajeno a los números. Filtrar y filtrar es la única forma de llevar al cliente lo mejor de lo mejor. Y nunca jamás pagar por exponer. Eso es un fraude para todos. 
La subvención no es la salida a los tiempos oscuros, una beca, a la francesa, sería mucho mejor, el Estado o el galerista ayudan al pintor en los tiempos que no llega a cubrir la cuota mínima. 
Cualquier profesional tiene que tener al día sus responsabilidades con Hacienda: el mes que te va mal, sencillamente, hay un remanente que tú siempre puedes devolver más tarde. Muchos artistas hoy, y hay que decirlo muy clarito, ni pagan autónomos. 
Lo de los contratos no vale para nada: Soledad Lorenzo no los firmaba, eran siempre acuerdos verbales con sus autores.
Con contrato o sin él, si no te fías de la otra persona, la relación acaba en ruptura. 
Lo que no puede hacer jamás el artista es vender la obra él: es la fórmula perfecta para despeñarse por el precipicio, que le engañen, que tenga una mala posición en el mercado o ninguna promoción. 
Una cosa que quede clara: siempre que el artista paga con obra está menospreciado.
Los premios. Toda feria, local o nacional, da premios y algunos hablan de nepotismo en la concesión de los mismos. De pantomima…
No creo en los jurados dóciles. Es en los jurados donde tiene que haber polémica. No creo, tampoco, en los jurados dirigidos. 
Mira, voy a contar una cosa: en nuestra feria hubo una galería nacional que quiso el premio para ella desde el principio, negociando incluso que pagaban con ese dinero parte del correspondiente a la habitación y alojamiento. 
Se les dijo muy clarito que no y, cuando no se supieron ganadores, marcharon sin pagar. 
En los jurados, normalmente, siempre hay un bando muy claro, un contrincante, y alguien que acaba ganando para desempatar, sin pertenecer a ninguno de los anteriores. 
Esos, y los tengo muy estudiados, son los jurados más limpios. 
Aquí se premió el estudio escultórico que hace de la mística española un autor de fuera, Alejandro Mañas, y el conflicto entre cuerpo e instalación, entre política y naturaleza, que hace una autora de aquí, Cristina Ferrández. Tampoco me gustan los jurados donde prima todos los años una misma tendencia. 
La imparcialidad es muy difícil de conseguir, pero un jurado que se renueve en el gusto estético, no sé si me explico, que premie en momentos dados incluso concepciones distintas, es mucho más honorable. 
Lo dijo recientemente Antonio López en una entrevista con El País: “Yo soy mucho más Bacon que Velázquez”
La auténtica teoría debe ir contra lo obvio.
Finalmente, ¿qué es lo que más lamenta de la situación de lo cultural en un país como España?
Aquí no hay respeto por la cultura, es una cuestión de educación. Y por eso el Opus Dei, las grandes fundaciones empresariales, ciertos millonarios, en momentos dados, han fabricado artistas solo para ganar más dinero con ellos, muchas veces sin saber quiénes eran realmente, qué hacían o tratados, directamente, como pura mercancía. 
A esa opción siempre tiene que haber una fórmula o resistencia, que el artista no se venda. 
Que tarde en venderse, y que no lo haga de primeras. 
El artista tiene que vivir, de acuerdo, pero tiene que ser algo más que una tendencia especulativa. Y siempre lejos, en la medida de lo posible, del crítico de arte, que suele manejar opinión y mercado, en bazas no del todo lícitas. 
El éxito estriba en que nadie se aproveche de ti. 
De Velázquez para aquí, con la teoría de los encargos, las distancias se fueron acortando. 
El gran fallo de este mercado, si lo piensas, es que siempre fue muy fácil que el artista soltase la obra.
________________
Alicia Bango conoce el mundo del arte desde los dos extremos de la barra: como pintora y galerista. 
Sus palabras, no obstante, luchan por estar más cerca de la primera que de la segunda. 
La meta de GIAF ha sido la innovación. 
La honestidad de no vender un cuadro tras otro, al precio que sea, sino de poner en relieve determinadas firmas para que esos mismos trabajos puedan empezar a venderse de otro modo. 
Seguir a un autor, en toda la travesía, aun cuando dice que quiere dejarlo por una temporada. 
GIAF nace como una feria contra la asfixia, el nepotismo y ese vacuo cainismo de que solo vale lo de fuera. 
Por eso la ha hecho aquí. Bango es inmune a las críticas y sabe bien las lepras del sector: desde el crítico que montó un gimnasio para comer (absolutamente ignorante en teoría estética, no así en yoga o kárate) a la tropa habitual de “untados” por galerías y otras firmas, vendiéndose por cuatro perras (de los que no gastan en los bares ni la primera). 
Bango quiere hablar más claro pero la legislación penal, lamentablemente, nos lo impide.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 46, SEPTIEMBRE DE 2016

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro