lunes, 12 de diciembre de 2016

NADA que CELEBRAR - Es Tiempo de Admitir el Ataque de Falsa Bandera de Pearl Harbor

Ataque de Falsa Bandera de Pearl Harbor: tiempo de admitir la decepción – Makia Freeman

Waking Times, 05/12/2016
La operación de bandera falsa de Pearl Harbor del 7 de diciembre de 1941, que sirvió como excusa a los EE.UU. para entrar en la 2ª Guerra Mundial está a punto de celebrarse una vez más… 
Este hecho atroz fue otro en la larga lista de operaciones de bandera falsa que han sido llevadas a cabo en los últimos años por inescrupulosos criminales (nuestros falsos líderes). Al igual que con el ataque de falsa bandera del 9/11, alrededor de 3000 vidas estadounidenses se sacrificaron para que el Gobierno de Estados Unidos tenga el pretexto que necesitaban para ir a la guerra. 
Cuando se acerca el 75 aniversario, es necesario realizar una mirada atrás en el tiempo y poner las cosas claras sobre la operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor con la esperanza de que esta información se extienda ampliamente, y prevenir que los futuros líderes utilicen esta táctica trillada de engañar a la gente sumisa y alcanzar sus oscuros objetivos políticos y geopolíticos.
El motivo de la operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor: Proporcionar un “legítimo titular”  para la historia de la largamente planifica entrada de los EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial.
Para empezar, hay que decir que el ataque a Pearl Harbor no es una operación de falsa bandera en el sentido de los EE.UU. atacando sus propios barcos y aviones. Sino que es una bandera falsa en el sentido de que Roosevelt, por lo menos, permitió que suceda, y la evidencia demostró, que él hizo que esto sea posible. 
La mayor parte de la flota de aviones y barcos del Pacífico de Estados Unidos fueron dejados intencionalmente allí como blancos fáciles sin la protección del aire, un blanco fácil para los torpedos de los aviones japoneses. 
Los japoneses lograron destruir cerca de 20 buques de guerra estadounidenses, entre ellos 8 acorazados y más de 300 aviones.
El “ataque sorpresa” resultó ser una excusa fácil para que Roosevelt convenza al pueblo estadounidense y al Congreso de entrar en la Segunda Guerra Mundial. 
(Sí, esos eran los días en que el presidente de Estados Unidos seguía realmente la Constitución [aunque Roosevelt seguía siendo un criminal, por sus acciones aquí], a diferencia de lo que Obama ha hecho a lo largo de su mandato de 8 años yendo a la guerra sin la aprobación del Congreso) después de todo, ¿quién dudaría de la declaración de guerra a otra nación, después de que la primera había sido atacada sin razón aparente? 
La mentalidad colectiva hace 75 años era muy diferente de la que existe hoy. 
La gente confiaba más en sus líderes; la gente era más patriótica y nacionalista; y no había internet o una forma fácil para que la gente revise los hechos para saber si sus líderes estaban mintiendo o no.
Pearl Harbor bandera falsa: el USS Arizona es atacado por bombarderos japoneses.
Crédito: Wikimedia Commons
Las guerras de los banqueros
Antes de examinar la evidencia de que Roosevelt sabía muy bien que Pearl Harbor iba a pasar, tenemos que considerar cómo suceden realmente las guerras. Las guerras se producen aparentemente entre naciones, pero en realidad, es la fuerza oscura de la cábala bancaria internacional la que mueve los hilos detrás de la escena para instigar la tensión y fomentar el conflicto. 
A continuación, se financia a ambos lados para asegurarse de que haya una guerra, y usualmente se decide el resultado de la guerra eligiendo al lado al que se financia en mayor medida.
Mark Twain observó que si bien la historia no puede repetirse, sin embargo hace rima. Un tipo similar de operación de falsa bandera también ocurrió durante la Primera Guerra Mundial cuando Alemania hundió al barco británico Lusitania (que transportaba municiones) en su viaje desde Nueva York a Inglaterra. 
Se conocía anticipadamente que la embajada alemana en los EE.UU. había realizado un anuncio en el periódico para advertir a las personas que navegar en el  Lusitania podría ser peligroso. Incluso hasta la controlada Wikipedia admite:
“El hundimiento provocó una ola de protestas en los Estados Unidos, sin embargo, como 128 ciudadanos estadounidenses estaban entre los muertos, el hundimiento ayudó a cambiar la opinión pública en los Estados Unidos contra Alemania, y fue un factor en la declaración de guerra de los Estados Unidos casi dos años más tarde”.
Woodrow Wilson aseguró a la población que los EE.UU. no entrarían en la Primera Guerra Mundial, y fue elegido gracias esa promesa electoral, pero cuándo estadounidenses son asesinados, ¿que se supone que debía hacer?, ¿cierto? Lo mismo ocurrió con Roosevelt. La misma vieja estafa. Rimas de la Historia.
La Operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor: 3 Conspiraciones
Volviendo al evento en sí de la Falsa Bandera en Pearl Harbor, algunas de las mejores informaciones se pueden encontrar en el libro “Day of deceit” (El día del engaño) del autor Robert Stinnett, que sirvió en la Marina de los EE.UU. durante la Segunda Guerra Mundial. Su investigación incluye documentos desclasificados que fueron ocultados al público estadounidense durante más de 60 años. 
El trabajo de Stinnett muestra que fueron en realidad 3 conspiraciones las que rodearon el evento: la primera fue para inducir Japón a atacar a los Estados Unidos y por lo tanto proporcionar un pretexto inmejorable a los Estados Unidos para entrar en la 2ª Guerra Mundial; el segundo fue para privar a los comandantes de Pearl Harbor de la información disponible acerca de las intenciones de Japón; y el tercero fue para ocultar todas las pruebas del conocimiento previo al público.
Pearl Harbor false flag op: the McCollum Memo, page 1
Conspiración # 1: Empujando a Japón a atacar.
Stinnett incluye un memorándum que obtuvo bajo la FOIA por el experto en cuestiones japonesas, capitán Arthur McCollum, jefe de la Sección de Extremo Oriente de Inteligencia Naval, de fecha 7 de octubre de 1940. 
Este nefasto memorando McCollum  (en la foto) muestra un plan de 8 puntos  para inducir Japón “para cometer un acto abierto de guerra”. En una entrevista en 2002, se le preguntó si Stinnett si Roosvelt vio el memorando:
“¿Hay alguna prueba de que Roosvelt vio memorando de McCollum?
Stinnett: “No hay pruebas de que él realmente viera el memorándum, pero adoptó los ocho puntos de las provocaciones, incluyendo su firma en órdenes ejecutivas… Y otra información en los archivos de la Marina ofrecen pruebas concluyentes de que él vio el memorando”.
Estos son los 8 puntos por los que McCollum abogó, todos los cuales Roosevelt realizó o arregló (respecto de las objeciones del comandante en jefe de la flota estadounidense James Richardson):
  1. Hacer un acuerdo con Gran Bretaña para el uso de bases británicas en el Pacífico, en particular en Singapur.
  2. Hacer un acuerdo con Holanda para el uso de sus instalaciones y la adquisición de suministros en las Indias Orientales Holandesas.
  3. Dar toda la ayuda posible al gobierno chino de Chiang-Kai-Shek.
  4. Enviar una división de cruceros pesados de largo alcance ​​al Oriente, Filipinas o Singapur.
  5. Enviar dos divisiones de submarinos al Oriente.
  6. Mantener la principal fuerza de la flota estadounidense en el Pacífico a las proximidades de las islas de Hawái.
  7. Insistir a los holandeses que se niegan a aceptar los pedidos de Japón respecto de “indebidas” concesiones económicas, en particular respecto al petróleo.
  8. Embargar completamente todo el comercio de Estados Unidos con Japón, en colaboración con un embargo semejante impuesto por el Imperio Británico.
El punto F es muy significativo, ya que permitió a los japoneses destruir una parte importante de la flota estadounidense, maximizando así la lesión sufrida para la percepción del público, que era después de todo, el objetivo final de ese día. 
Además de propiciar el ataque de muchas maneras, los EE.UU. también le dieron carta blanca a un espía naval japonés para espiar la base de Pearl Harbor y transmitir información a Japón en la preparación del ataque.
Pearl Harbor bandera falsa: se hunde el USS California. Crédito: Wikimedia Commons
Conspiración # 2: Romper del Código japonés, pero mantenerlo en la oscuridad
A los comandantes de Pearl Harbor, almirante Kimmel (Comandante en Jefe de la Flota de los EE.UU.) y teniente general Short (jefe de las defensas del Ejército de Estados Unidos en Pearl Harbor) se les negó la información crítica que necesitaban para prepararse y defenderse contra el ataque.
De acuerdo con Stinnett, criptógrafos estadounidenses habían descifrado el código diplomático de Japón (conocido como MAGIC). 
También habían descifrado algunos de los códigos militares de Japón, lo que significaba que podían entender los mensajes que estaban interceptando en el Pacífico. 
La importante información que recibían desde estas intercepciones (tales como la elección del área de ensayo de la Fuerza de Tarea japonesa a último minuto, su destino y orden de ataque) fueron ocultados deliberadamente a Kimmel y Short.
Alrededor de 2 semanas antes de que ocurriera el ataque (el 23 de noviembre 1941) Kimmel había ordenado (sin la aprobación de la Casa Blanca) una búsqueda de las fuerzas japonesas al norte de Hawái. Él había trasladado la flota al Pacífico Norte. 
Sin embargo, una vez que funcionarios de la Casa Blanca se enteraron de esto, ordenaron a los barcos que regresaran a Pearl Harbor. Otra prueba es que el 25 de noviembre, la sede de la Marina en Washington ordenaron a Kimmel dirigir toda la flota transpacífica hacia el sur dejando el Pacífico norte convenientemente abierto, permitiendo a Japón atacar sin barcos que se interpongan.
Conspiración # 3: Evidencia de Presciencia
Hay una considerable cantidad de conocimiento previo, además de los puntos anteriores. Aquí hay algunos ejemplos más:
– Roosevelt quería “ganar la guerra juntos” con Inglaterra. Como James Perloff escribe:
“Roosevelt envió a su asesor más cercano, Harry Hopkins a reunirse con el primer ministro británico Winston Churchill en enero de 1941. Hopkins le dijo a Churchill: El presidente está determinado a que (los Estados Unidos e Inglaterra) ganemos la guerra juntos…”
“Las intenciones de Roosevelt fueron casi expuestas en 1940 cuando Tyler Kent, un empleado de la embajada de Estados Unidos en Londres, descubrió despachos secretos entre Roosevelt y Churchill. Estos revelaron que Roosevelt – a pesar de contradecir sus promesas electorales – estaba decidido a hacer participar a EE.UU. en la guerra. Kent contrabandeó algunos de los documentos fuera de la embajada, con la esperanza de alertar al público americano – pero fue capturado”.
– El 25 de noviembre de 1941, Roosevelt recibió una “advertencia positiva de guerra” proveniente de Churchill avisando que los japoneses atacarían los Estados Unidos al final de la primera semana de diciembre. Esta advertencia hizo que el presidente realice un giro brusco en las relaciones comerciales con Japón y dio lugar a que la cabeza de la Secretaría de Estado, Cordell Hull,  realizara un provocativo ultimátum el 26 de noviembre de 1941, que garantizaba la guerra.
– El 26 de noviembre de 1941. Washington ordenó que dos portaaviones norteamericanos, el Enterprise y el Lexington, salieran de Pearl Harbor “tan pronto como sea posible”. Esta orden incluyó sacar de Pearl Harbor 50 aviones o un 40% de su ya exigua protección para el combate. El mismo día, Cordell Hull, emitió su ultimátum exigiendo la retirada total de los japoneses de Indochina y de toda China. 
El embajador de Estados Unidos en Japón llamó a esto “el documento que tocó el botón que comenzó la guerra”.
– El 29 de noviembre de 1941, Hull le dijo al reportero de United Press, Joe Leib que Pearl Harbor sería atacado el 7 de diciembre. El New York Times publicó el 8 de diciembre con el título: “El ataque era esperado” (pág 13), que los EE.UU. sabían del ataque una semana antes.
– El 1 de diciembre de 1941, la Oficina de Inteligencia Naval, ONI, Distrito Naval 12 en San Francisco encontró la flota japonesa que faltaba, mediante la correlación de informes de los servicios de noticias y varias compañías navieras que estaban recibiendo señales al oeste de Hawái.
– El 5 de diciembre de 1941, Roosevelt escribió al primer ministro de Australia, “Siempre hay que tener en cuenta a los japoneses. Tal vez en los próximos cuatro o cinco días se decidirá la cuestión”.
– Stinnett señalaba también que se informó de que antes de producirse el ataque, a los periódicos les fueron entregados detalles del mismo.
Conclusión: difundir la verdad sobre la operación de Falsa Bandera de Pearl Harbor
Por lo tanto, cuando se acerca la 75ª aniversario de Pearl Harbor, es preciso abordarlo desde una perspectiva informada. Esos 3.000 estadounidenses murieron por una mentira. Al igual que con 9/11, miles de vidas estadounidenses se sacrificaron para que la élite criminal de los Estados Unidos tuvieran una excusa para ir a la guerra. 
Los EE.UU. estaban preocupados por la fuerza industrial y militar de la Alemania nazi y necesitaban una forma de entrar en la guerra contra Alemania por la puerta trasera. 
La organización de una operación de Falsa Bandera en Pearl Harbor fue la única manera, que los principales funcionarios pensaron en usar para galvanizar la reacia opinión pública estadounidense  y llevarla a la acción.
Pearl Harbor fue un complot cuidadosamente orquestado por el presidente estadounidense Franklin Roosevelt para atraer a Japón a atacar e iniciar una guerra con los EE.UU. Es hora de que todo el mundo sepa la verdad.
Makia Freeman

Traducción: A.T.
Visto en: Waking Times

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro