Ver el último debate presidencial fue una experiencia bastante deprimente. Pienso que Trump lo hizo bastante bien, pero ese realmente no es el punto aquí. El punto es el siguiente: no importa quién gane, una aguda crisis es inevitable.
Opción uno: Gana Hillary. 
Eso es como tener a Obama con esteroides, sólo que aun peor. 
Recuerden que el propio Obama era como si fuera Dubya (NDT: Término coloquial para designar a Goerge W. Bush), sólo que peor. 
Por supuesto, Dubya era Clinton, sólo que peor. Ahora se cierra el círculo. Volver a Clinton. 
Excepto que esta vez, tenemos una mujer que es profundamente insegura, que ha fallado en cada cosa que ha tratado de hacer, y que ahora tiene un largo historial de 3 décadas de desastres y fracasos. Incluso cuando ella no tenía la autoridad necesaria para iniciar una guerra, comenzó una (presionó a Bill para bombardear a los serbios). Ahora ella tiene esa autoridad. 
Y ahora tuvo que estar allí, delante de millones de personas, y escuchar que Trump le dijera “que Putin fue más listo que ella en cada paso del camino” (¿vieron su cara congelada cuando Trump dijo eso?). 
Trump está en lo correcto, Putin se burló ella y Obama en cada paso. 
El problema es que ahora, después de tener un presidente con complejo de inferioridad con respecto a Putin (Obama) vamos a tener un presidente con el mismo complejo de inferioridad y una determinación mórbida para imponer una zona de exclusión aérea sobre las fuerzas rusas en Siria. 
En cuanto a Hillary, viéndola con su feo pelo corto y sus pantalones ridículos, pensé: “esto es una mujer que está tratando de demostrar a toda costa que ella es tan dura y fuerte como cualquier hombre” – excepto, por supuesto que no lo es. 
Su registro también nos muestra que es débil, cobarde y que posee un sentido de impunidad total. ¡¿Y ahora, esa malvada loca mesiánica con su complejo de inferioridad profundamente arraigada va a convertirse en comandante en jefe?! ¡Que Dios nos ayude!
Opción dos: Gana Trump. 
Problema: él estará completamente solo. 
Los neoconservadores tienen el control total del Congreso, repito: total, el control del Congreso, los medios de comunicación, la banca y las finanzas, y los tribunales. 
Desde Clinton hasta Clinton, se han infiltrado profundamente en la parte interior del Pentágono, el “Foggy Bottom” (NDT: Término coloquial para designar el área de Washington DC, sede el Gobierno de EEUU), y las agencias de tres letras. La Fed (Reserva Federal, NDT) es su fortaleza.
¿Cómo cielos podrá Trump hacer frente a estos rabiosos “locos del sótano“? 
Consideren la campaña de odio vicioso que todas estas “personalidades” (desde los actores, los políticos a la prensa) han desatado contra Trump – quienes han quemado sus puentes, ya que saben que van a perderlo todo si Trump gana (y, si acaso resulta ser una presa fácil su elección no hará ninguna diferencia de todos modos). 
Los neoconservadores no tienen nada que perder y van a luchar hasta el último. 
¿Qué posibilidades tendría Trump de hacer algo si está rodeado de neoconservadores y sus agentes de influencia? 
¿Traer a un equipo totalmente diferente? 
¿Cómo va a evaluarles y elegir? 
Su primera opción fué tomar a Pence como VP – un desastre (ya está saboteando a Trump en Siria y el resultado de las elecciones). 
Desde ya * temo * oír a quién Trump designará como jefe de la Casa Blanca y me temo que sólo para apaciguar a los neoconservadores va a nombrar alguna nueva versión del infame Rahm Emanuel … 
Y en caso que Trump pueda demostrar que tiene ambos: principios y coraje , los neoconservadores siempre pueden hacerle un “Dallas” y reemplazarlo con Pence. Et voilà!
Sólo veo una salida:
El (imperfecto) modelo de Putin
Cuando Putin llegó al poder heredó un Kremlin casi tan infestadas de traidores y corruptos como la Casa Blanca en la actualidad. 
En cuanto a Rusia, estaba más o menos en la misma forma como lo está la Ucrania independiente gestionada por los nazis. 
Rusia también estaba dirigida por banqueros y marionetas AngloZionistas y la mayoría de los rusos llevaba una vida miserable. 
La gran diferencia es que, a diferencia de lo que ocurre con Trump, la versión rusa de los neoconservadores de Estados Unidos nunca vio el peligro que significaba Putin. 
Fue seleccionado por las élites dirigentes como representante de los servicios de seguridad para servir al lado de un representante de la gran banca corporativa, Medvedev. 
Esta fue una solución de compromiso entre las dos únicas partes de la sociedad rusa que todavía funcionaban, el dinero y los servicios de seguridad de petróleo / gas. 
Putin parecía un pequeño burócrata en un traje mal cortado, un pequeño individuo tímido y algo torpe, que no presentaría ninguna amenaza para los poderosos oligarcas de la semibankirshchina (los siete banqueros) que gobernaban Rusia. 
Excepto que resultó ser uno de los gobernantes más formidables de la historia de Rusia. Esto es lo que hizo Putin en cuanto llegó al poder:
En primer lugar, volvió a establecer la credibilidad del Kremlin con las fuerzas armadas y los servicios de seguridad al aplastar con rapidez y eficacia a la insurgencia wahabí en Chechenia. 
Esto estableció su credibilidad personal con la gente en quienes tendría que confiar para hacer frente a los oligarcas.
En segundo lugar, utilizó el hecho de que todo el mundo, cada hombre de negocios y empresa en Rusia, en mayor o menor grado rompieron la ley durante la década de 1990, aunque sólo sea porque no había realmente ninguna ley. 
En lugar de tomar medidas enérgicas contra los iguales de Berezovski o Jodorkovski por sus actividades políticas, los aplastó con (irrefutables) cargos de corrupción. 
Fundamentalmente, lo hizo de forma muy notoria, así envío de un mensaje claro al otro archienemigo: los medios de comunicación.
En tercer lugar, a pesar de las alucinaciones de las agencias occidentales de derechos humanos y los liberales rusos, Putin nunca suprimió directamente ninguna disidencia, ni tomó medidas contra los medios de comunicación ni, menos aún, ordenó el asesinato de nadie. 
Él hizo algo mucho más inteligente. Recuerde que los periodistas modernos son ante todo presstitutas, ¿verdad? 
Tomando medidas enérgicas sin piedad contra los oligarcas Putin privó a los presstitutas de su fuente de ingresos y apoyo político. 
Algunos emigraron a Ucrania, otros simplemente renunciaron, y otros pocos quedaron como en una reserva o un zoológico en unos medios de comunicación muy claramente identificables como Dozhd TV, Radio Eco de Moscú o el periódico Kommersant. 
Los que emigraron se convirtieron en irrelevantes, mientras los que se quedaron en el “zoo liberal” – eran inofensivos ya que habían perdido toda credibilidad. 
Fundamentalmente, todos los demás “recibieron el mensaje”. 
Después de eso, todo lo que hizo es el nombramiento de verdaderos patriotas (como Dimitri Kiselev, Margarita Simonian y otros) en posiciones clave y todos comprendieron rápidamente que los vientos de la fortuna ahora se habían vuelto.
En cuarto lugar, una vez que los principales medios de comunicación volvieron a la cordura no pasó demasiado tiempo para que los “liberales” (en el sentido de Rusia, es decir, pro-EE.UU.) entraran en una espiral de muerte de la que nunca se han recuperado. Eso, a su vez, dio lugar a la expulsión de todos los “liberales” de la Duma, que ahora tiene sólo 4 partidos, todos ellos más o menos “patrióticos”.
Esta es la parte que ha funcionado.
Hasta ahora, Putin no ha podido expulsar a los 5ta-columnistas, a quienes llamo los “integracionistas del Atlántico” (para más detalles, incluyendo sus nombres, ver aquí) del propio gobierno. 
Incluso el mal afamado Alexei Kudrin no fue despedido por Putin, sino por Medvedev. 
Los servicios de seguridad han conseguido por fin deshacerse de Anatoly Serdyukov, pero ellos no tienen el poder necesario para ponerlo en la cárcel.
Cualquiera que sea el caso, lo que sí es cierto es que Putin no ha abordado a los 5ta-columnistas del sector bancario / financiero y que éstos últimos han sido muy cuidadosos de no darle un pretexto para tomar medidas contra ellos.
Rusia y los EE.UU. son países muy diferentes, y ninguna receta pueden simplemente copiarse del uno al otro. 
Sin embargo, hay lecciones valiosas del “modelo Putin” para Trump, no siendo la menor de ellas que sus enemigos más formidables probablemente están sentados en la Reserva Federal. 
Un analista ruso – Rostislav Ishchenko – ha sugerido que Trump podría de alguna manera forzar a la Reserva Federal a aumentar las tasas de interés, lo que resultaría en un efecto dominó de quiebra de los bancos de Estados Unidos que podría ser la única manera de aplastar finalmente a la Fed y volver a tomar el control bancario de EE.UU. Tal vez. Sinceramente, no estoy capacitado para tener una opinión al respecto.
Lo que es seguro es que, por el momento los EE.UU. continuarán pareciéndose a lo siguiente:
Un hombre sin hogar, posiblemente, un veterano, ha construido un “corredor de banderas” para que la gente a darle dinero. Florida, octubre de 2016.
Rica en patriotismo barato y pobre en los demás aspectos.
Hillary piensa que esto es un éxito impresionante. Trump piensa que esto es una vergüenza. Considero que la elección entre estos dos es realmente muy simple.
Para aquellos que piensan que no puede haber división en las élites AngloZionistas, contestaré con el ejemplo de la conspiración para evitar que Dominique Strauss-Kahn se conviertiera en el próximo Presidente de los franceses que, al igual que las hienas, los líderes AngloZionistas a veces se enfrentan unos a otros. 
Esto sucede en todos los regímenes, independientemente de su ideología política (como la SS contra la SA en la Alemania nazi o trotskistas contra estalinistas y bolcheviques en la URSS).
De escobas y partes del cuerpo
León Trotsky solía decir la Rusia Soviética necesitaba ser limpiada de los anarquistas y los nobles con una “escoba de hierro”. 
Incluso escribió un artículo en el Pravda titulado “Necesitamos una escoba de hierro”. 
Otro maníaco genocida, Felix Derzhinskii, fundador de la conocida policía secreta ChK, solía decir que un agente de la policía secreta debe tener un “corazón ardiente, la cabeza fría y las manos limpias”. 
Se podría esperar en vano debilidad, o incluso compasión, de gente como ésta. Ellos eran impulsados ​​por la ideología, “verdaderos creyentes”, sociópatas sin sentido de la empatía, gente profundamente malvada con un odio genocida a quien se pusiera en su camino.
Hillary Clinton y su banda de neoconservadores son los sucesores espirituales (y a veces incluso físicos) de los bolcheviques soviéticos y que, al igual que sus antepasados ​​bolcheviques, no dudarán un segundo para aplastar a sus enemigos. 
Donald Trump – asumiendo que es realmente sincero en lo que dice – ha de entender esto y hacer lo que hizo Putin: golpear primero y golpear duro. Stalin, por cierto, también lo hizo, exactamente eso, y por un tiempo los trotskistas fueron aplastados, pero en los años siguientes a la muerte de Stalin se recuperaron poco a poco y retrocedieron sólo para tomar el poder de nuevo en 1991. 
Creo que el jurado aún está deliberando sobre si Putin tendrá éxito en la eliminación, finalmente, de la quinta columna del poder. Lo que es seguro es que Rusia es al menos semi-libre del control de estas personas y que los EE.UU. son su último bastión en este momento. 
Su odio demencial a Trump puede ser explicado en parte por la sensación de peligro que estas personas sienten, siendo amenazadas por primera vez en lo que ven como su tierra natal (no me refiero a que en un sentido patriótico – sino más bien como un parásito se preocuparía por “su” anfitrión). Y tal vez tengan una buena razón para temer. Obviamente, espero que la tengan.
Me siento alentado por la forma exitosa como Trump manejó el último intento de hacerlo encogerse de miedo. 
Ayer Trump se atrevió a declarar que, dado que la elección podría ser manipulado o robada no se compromete a reconocer su resultado. 
Y a pesar de que cada persona semi-analfabeta sabe que las elecciones en los EE.UU. han sido manipuladas y robadas en el pasado, incluyendo las presidenciales, diciendo que Trump ha cometido la gran osadía de cometer un crimen de pensamiento. 
La Zioprensa se abalanzó sobre él con indignación santurrona y ejerció una enorme presión sobre él para que se retractara de su declaración (que, por cierto, contradice la postura de Pence). 
En vez de hacerse a un lado y retractarse de su “crimen”, Trump respondió con lo siguiente:
Hermoso, no? Esperemos que siga mostrando el mismo valor.
Trump está haciendo ahora lo que hizo Jean-Marie Le Pen en Francia: él les está mostrando a los neoconservadores que se atreve a desafiarlos abiertamente, que se niega a jugar con sus reglas, que su indignación no tiene efecto sobre él y que no conseguirán censurarlo, y menos aún, silenciarlo. 
Eso también es lo que hizo cuando, una vez más, se negó a acusar a los rusos de los ataques cibernéticos y, en cambio, repitió que sería una buena cosa para Rusia y los EE.UU. ser amigos. Una vez más, no estoy seguro de cuánto tiempo va a ser capaz de mantener esa línea, pero por el momento, no se puede negar que está desafiando abiertamente al estado profundo AngloZionista y al Imperio.
Conclusión:
Los Estados Unidos están a punto de entrar en lo que posiblemente podría ser la crisis más profunda y más peligrosa de su historia. Si Trump es elegido, tendrá que poner en marcha inmediatamente un ataque bien planeado en contra de sus oponentes, sin darles ningún pretexto para acusarlo de represión por motivos políticos. 
En Rusia, Putin podría contar con el apoyo de las fuerzas armadas y los servicios de seguridad. No sé con quién puede contar Trump, pero estoy bastante seguro de que todavía hay verdaderos patriotas en las fuerzas armadas de Estados Unidos. 
Si Trump pone a la persona adecuada para dirigir el FBI, también podría usar esa agencia para limpiar la casa y suministrar entregas constantes de acusaciones por corrupción, conspiración para [llene el espacio en blanco], abuso de autoridad, obstrucción de la justicia y negligencia en el cumplimiento del deber, etc. 
Puesto que tales delitos no sólo se han generalizado en los círculos de poder actuales, sino que también son fáciles de probar y lucha contra la corrupción Trump obtendría una gran ovación de la gente americana. 
A continuación, al igual que Putin en Rusia, Trump tendrá que hacer frente a los medios de comunicación. 
¿Cómo funcionaría esto exactamente?, no lo sé. 
Pero tendrá que hacer frente a esta bestia y derrotarla. 
En cada paso de este proceso tendrá que obtener el apoyo activo de las personas, al igual que lo hace Putin. ¿Puede hacerlo?
No lo sé. Sinceramente, lo dudo. En primer lugar, sigo sin confiar en él. Sin embargo, más relevante, yo diría que para derrocar al estado profundo y restaurar el verdadero poder del pueblo es aún más difícil en los EE.UU. de lo que era en Rusia. 
Siempre he creído que el Imperio AngloZionista tendría que ser derribado desde el exterior, muy probablemente por una combinación de derrotas militares y económicas. Todavía lo creo.
 Sin embargo, puedo estar equivocado – de hecho, espero estarlo – y tal vez Trump sea el apropiado para derribar al Imperio con el fin de salvar a los Estados Unidos. Si hay una posibilidad, aunque mínima, creo que tenemos que creer en ella y actuar en consecuencia ya que todas las alternativas son mucho peores.
El Saker