martes, 18 de octubre de 2016

Haití, una herida en la memoria de América Latina y el Caribe


Haití, una herida en la memoria de América Latina y el Caribe


Por: Sergio Rodríguez Gelfenstein
 El movimiento de emancipación independentista en Haití se inició en 1790, mucho antes que la mayoría de las colonias españolas de América. 
La Revolución francesa que había triunfado un año antes, concedió igualdad jurídica y política a los negros y mulatos haitianos, pero no proclamó el fin de la esclavitud. 
Sin embargo, estas reformas, fueron desoídas por los haitianos blancos de origen francés lo cual fue caldo de cultivo para que se desataran constantes rebeliones de esclavos.
Toussaint Louverture, el más destacado de todos los militares negros que combatieron por la independencia, descolló también por poseer un pensamiento político estratégico, dotes de liderazgo y visión de estadista. 
Entendió que debía aliarse primero con los españoles para derrotar a los esclavistas franceses y después de haberlo logrado firmó la paz con el bando liberal francés, lo que lo llevó a ser nombrado Gobernador y Comandante en Jefe de las fuerzas armadas independentistas francesas en Haití. 
Pero, la metrópoli no veía con buenos ojos el poder que estaba adquiriendo el líder negro y desde 1798 comenzó a tratar de restablecer el dominio total sobre el territorio. 
Fue el inicio de una historia de más de dos siglos mediante la cual el colonialismo le ha hecho pagar a Haití todas sus “osadías”: Francia porque los haitianos siguieron luchando por su independencia hasta lograrla el 1° de enero de 1804, España porque Haití no aceptó su soberanía después de haber recibido “ayuda” contra los franceses y Gran Bretaña porque Louverture no consintió aliarse con ellos en 1798, cuando el almirante inglés Maitland se lo propuso.
Peor aún, cuando Louverture tomó medidas de orden económico y social para mejorar las condiciones de vida de su pueblo, Napoleón Bonaparte, en el poder en Francia desde finales de 1799, manifestó su público rechazo, enviando en 1801, un ejército a la isla, al mando de su cuñado el general Leclerc quien logró derrotar al prócer haitiano.
Estos, no se rindieron ante la prisión y posterior muerte de su líder, un nuevo paladín emergió del pueblo, Jean Jacques Dessalines, al mando de 100 mil hombres enarboló la bandera roja y negra de la libertad que llevó a Haití a transformarse en la primera república de Nuestra América. 
Dessalines manifestó simpatía por las ideas de Francisco de Miranda y deseos de apoyar la lucha independentista de la región.
Uno de sus sucesores, el presidente Alejandro Petión, puso en práctica tales ideas. A finales de 1815, después de derrotada la segunda república venezolana, el Libertador Simón Bolívar arribó a Haití, a fin de buscar ayuda para dar continuidad a las luchas independentistas, después de clamar sin éxito por ella, (por diferentes razones) en Cartagena y Jamaica. 
Antes de llegar a Puerto Príncipe y estando en Kingston, el 19 de diciembre de 1815 Bolívar le escribe al Presidente Petión una carta donde le habla de Haití como el “asilo de todos los republicanos de esta parte del mundo” y le manifiesta su interés por “conocer y admirar de cerca a V. E” en su próximo viaje a Los Cayos en la región meridional de la isla, donde se habían congregado centenares de patriotas venezolanos y neogranadinos, deseosos de reincorporarse a los combates.
 Con el apoyo del presidente Petión, Bolívar logra armar una expedición de hasta 1000 venezolanos y de otras nacionalidades y 1000 haitianos, además de obtener 6.000 fusiles, municiones, víveres, una imprenta completa, siete goletas y una importante suma de dinero.  
Por eso, como recuerda el destacado historiador venezolano Reinaldo Rojas, Bolívar calificó al gran presidente Petión como el “padre de todos los verdaderos republicanos”. 
Venezuela y los países liberados bajo la conducción de Bolívar le debemos a Haití la independencia y la libertad, lo que podamos hacer por ese hermano país, siempre será poco en comparación con lo que ellos hicieron por nosotros en uno de los momentos más críticos de nuestra historia.
Todas estas acciones significaron demasiada afrenta para los poderes coloniales: primero, una revolución anti esclavista que remeció los pilares de la Europa supuestamente modernizante bajo los influjos de la Toma de la Bastilla,  para continuar después,  “exportando” sublevaciones que hacían trastabillar el soporte colonial del Viejo Continente en América. 
Nunca lo perdonaron hasta hoy. La decisión fue someter a Haití a la expoliación, la miseria y el olvido.
En el pasado más cercano, después de 29 años de férrea dictadura de los Duvalier (padre e hijo), parecía haber un proceso de restitución democrática que ayudaría al país a salir de casi dos siglos de marasmo. 
Sin embargo, en 2004, Jean Bertrand Aristide, el primer presidente elegido democráticamente fue derrocado a través de un golpe de Estado, que contó con la complicidad de Estados Unidos y Francia, solo unos meses después que Aristide anunciara que iba a exigir una reparación histórica a la antigua metrópoli. 
La respuesta imperial fue la intervención militar, promovida por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, que se concretó con la participación de 53 países, entre ellos (para vergüenza de nuestros pueblos), 15 de América Latina y el Caribe, a través de la llamada Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah). 
En fecha reciente, un importante grupo de organizaciones sociales de la región envió una carta pública al Secretario General de la ONU para que “… reconozcan el fracaso de sus estrategias y pongan fin a una intervención que, después de 12 años, no solo ha malogrado los objetivos oficialmente planteados sino que en muchos sentidos ha contribuido alevosamente a empeorar la situación”. 
Los “resultados de la estabilización” se pueden observar a simple vista: no han mejorado un ápice, las condiciones de vida del pueblo haitiano.
Desde el terremoto de 2010 que asoló al país causando centenares de miles de muertos, heridos y desaparecidos y un millón y medio de damnificados, la asistencia humanitaria a Haití se ha convertido en un gran negocio, sobre todo después de la epidemia de cólera que afectó al país en 2014, introducida, -según afirman expertos- por los propios miembros de la Minustah. 
La ONU se ha transformado en cómplice de la continuidad del saqueo de Haití, permitiendo la acción de grandes transnacionales que se han repartido el país con proyectos mineros, turísticos y del agro negocio.
Se necesitaban 310 millones de dólares hasta 2017 para erradicar definitivamente el cólera del país, pero solo pudieron recabarse 55 millones. 
Sólo la solidaridad y apoyo permanente y constante de Cuba y Venezuela han podido en alguna medida generar un frente común en contra de la epidemia. 
Pero ahora, Haití nuevamente se ve enfrentado a los designios de la naturaleza, el huracán Matthew ha causado la muerte de cientos de ciudadanos y gigantescas pérdidas materiales. 
Estados Unidos y Francia se han apresurado a enviar una ayuda a Haití equivalente a lo mismo que gastaban durante una hora de su intervención militar en Irak. 
Ha causado impacto en la opinión pública la carta de una ciudadana haitiana que llamaba a aquellos que quisieran ayudar a los afectados por Matthew, “no donen su dinero a la Cruz Roja de Estados Unidos” (ARC por su siglas en inglés). 
La información compartida por un usuario de twitter  recordaba “lo que hizo” esa organización “con los 500 millones de dólares” que recibió para construir viviendas en Haití tras el terremoto de 2010, cuando esa instancia construyó solo 6 casas de las 700 que había comprometido.
Otro gran ganador de la desgracia del pueblo haitiano ha sido el ex mandatario de Estados Unidos Bill Clinton, cuya fundación creada al salir de la presidencia en 2001,  hoy ya tiene un valor de 2 mil millones de dólares, en alguna medida obtenidos a partir de la solidaridad con “Haití”. 
Clinton se transformó en el gran “mecenas” de la nación caribeña, atrayendo donaciones al país y sobre todo intermediando para que la gigantesca cantidad de vacunas necesarias para combatir las múltiples epidemias que han asolado Haití en los últimos años, se hicieran llegar a través de su fundación. 
Su esposa Hillary, mientras fue Secretaria de Estado, dio prioridad a los amigos o personas de interés de su marido como contratistas especializados para llevar “ayuda humanitaria” a Haití. 
Caitlin Klevorick, asesora de la entonces Secretaria de Estado, quien coordinaba las ofertas de asistencia recibidas de la Fundación Clinton, dijo en un mensaje de correo electrónico que necesitaba “que indiquen cuando las personas son amigas de William Jefferson Clinton. 
Es probable que pueda identificar a la mayoría, pero no a todos”, según dio a conocer la semana pasada, el programa de radio y televisión Democracy Now! emitido desde Estados Unidos y transmitido por más de 900 emisoras de radio y televisión en el mundo.
Haití necesita de todos, y en primer lugar de América Latina y el Caribe. No se trata de limosnas, ni de migajas, sino de asumir realmente un proceso de restauración de la normalidad para lo cual no se necesitan “misiones de estabilización “, sino ayuda financiera para construir hospitales y escuelas y recursos para apoyar las misiones médicas y luchar contras las epidemias, así como aportes para generar una economía productiva. 
Cada día que pase, y no se haga, será un día de vergüenza para la humanidad y de ignominia para los que miran de manera cómplice sin hacer nada o haciendo muy poco.
Publicación Barómetro 17-10-16

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Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro