La relación de Mauricio Macri con los Derechos Humano no es buena y la conocemos desde antes, desde cuando -por ejemplo- dijo que se trataban de un "curro". En la presidencia la cuestión no cambió, sino que los organismos de DDHH sienten una desidia por parte del Estado.
Por eso, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo convocaron a una nueva Marcha de la Resistencia para este viernes y sábado en Plaza de Mayo, en reclamo de la vigencia de los Derechos Humanos, y la sociedad dijo presente apoyando la manifestación y bancando la resistencia contra el perdón que el macrismo viene mostrando hacia los genocidas.

"La marcha no es contra uno, es contra un Gobierno que nos quiere hacer mierda,pero lo que no tienen ellos es el pueblo en la calle. Vamos a inundar las calles, las plazas, para que los compañeros que no tengan trabajo se sientan apoyados", afirmó Bonafini.
Estas manifestaciones comenzaron en 1981, en plena Dictadura, y culminaron en el año 2006, cuando el Gobierno de Néstor adoptó una posición activa en encarcelar a los genocidas que llevaron adelante el terrorismo de estado.
Diez años después, las políticas y las declaraciones de Macri obligaron a que los principales organismos de Derechos Humanos del país retomen estas marchas, como la de este viernes y sábado.

Quizá el hecho más relevante a que las Madres vuelvan a la Plaza, fue la dicción de prisión domiciliaria al represor, Miguel Etchecolatz, aceptada ideológicamente por diferentes funcionarios del Gobierno, entre ellos, Marcos Peña.
La convocatoria arranca el 26 de agosto a las 17:00 en Plaza de Mayo y consistirá de una vigilia. El sábado 27, al día siguiente será el cierre, por parte de Madres.