martes, 31 de mayo de 2016

Hillary Clinton, "más peligrosa" para América Latina que Donald Trump


Hillary Clinton, "más peligrosa" 

para América Latina que Donald Trump


Publicado: 1 jun 2016 
Si la candidata demócrata llegara a la presidencia, la "criminal Doctrina Monroe" sería reeditada y las "derechas golpistas" de la región ganarían legitimidad.
Steve MarcusReuters
AddThis Sharing Buttons
Las proclamaciones xenófobas y discriminatorias de Donald Trump centran la mayoría de las críticas de las élites tradicionales de EE.UU. que ven "traicionado" un pacto: el de despreciar al ciudadano común, pero en secreto.
En este sentido, el periodista mexicano Arsinoé Orihuela Ochoa estima en Colectivo la Digna Voz que como el candidato republicano "traiciona al establishment tradicional", no resulta extraño que "las detracciones provengan de ciertos círculos privilegiados o de grupos de poder nacional e internacionales". 
Lo que "no es razonable", agrega, es que "contra Hillary las críticas sigan un tenor más terso u omiso".

La moderna Doctrina Monroe
De hecho, el autor considera que, pese a las vociferaciones xenófobas, intolerantes y racistas de Trump, Hillary Clinton "es más peligrosa para América Latina". Orihuela Ochoa justifica su postura por la "historia de criminalidad" de Clinton en la región y advierte que lo peor sería que, de ganar las elecciones, actuaría con "el respaldo moral de los gobiernos latinoamericanos".
El periodista apunta varios ejemplos para explicar la peligrosidad de la candidata demócrata, el primero de los cuales se remonta a la presidencia de Bill Clinton, cuando -señala- "la pareja diseñó elPlan Colombia", que derivó en un "baño de sangre". 
"Recientemente, Hillary reivindicó esa política" y "admitió que había conseguido los objetivos no declarados", como usar su "influencia para controlar las acciones del Gobierno contra las FARC y las guerrillas" y también "ayudar al Gobierno a detener el avance de las FARC y las guerrillas".
En 2002, mientras ocupaba una banca como senadora, "respaldó el fallido golpe contra Hugo Chávez en Venezuela" y, en 2009, ya como secretaria de Estado, "apoyó el golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya en Honduras" pese a la "ola de violencia que desató la agresión en ese país", explica, recordando que "Hillary reconoció con orgullo su participación en los hechos y justificó el agraviante intervencionismo estadounidense".
Luego llegaría "la secuencia de golpes blandos en el resto de América Latina" basados en "juicios políticos prefabricados o elecciones fraudulentas", a lo que se añade la "intervención en el proceso de paz en Colombia", la "desactivación política de Cuba" y la "reducción a escombros de organismos latinoamericano, comoUnasur o Celac", escribe.
Incluso el propio departamento de Estado de EE.UU. "desclasificó documentos que reportan" que Clinton es "coautora de la reforma energética mexicana", que Orihuela Ochoa define como "lesiva para el interés económico de México" y "ventajosa para las grandes petroleras internacionales".
Sobre la base de estos datos, el autor concluye que Hillary Clinton es más peligrosa para América Latina que Donald Trump porque su victoria le daría una "legitimidad ilimitada" por haber derrotado al "monstruoso Trump", de tal forma que, con una alianza, las "derechas golpistas de Latinoamérica ganarían legitimidad o credibilidad 'democrática'". 
Por lo tanto, con ese "consenso continental oligárquico", se podría "establecer un orden regional unificado profundamente derechizado donde la neoliberalización y la reedición de la criminal doctrina Monroe arrollarían sin obstrucciones", advierte.
"Si ganara Hillary no habría contrapesos gubernamentales o políticos o sociales para frenar esa agenda criminal de los grupos de poder que representa", concluye el periodista.
RT

El PSOE se equivoca de estrategia y lo pagará caro en las urnas

El PSOE se equivoca
Antonio AntónProfesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de ‘Movimiento popular y cambio político. Nuevos discursos’ (UOC)
La dirección socialista ha diseñado una estrategia errónea para su campaña electoral del 26-J que consiste en bloquear un gobierno de progreso, un acuerdo entre las fuerzas progresistas para impulsar el necesario cambio sustantivo de las políticas socioeconómicas, en favor de las capas populares, y la democratización y regeneración institucional y política. 
Su apuesta sigue siendo el pacto con Ciudadanos, con una política económica y europea subordinada al gran consenso liberal-conservador y otra política territorial e institucional continuista y dependiente de las derechas. 
Todo ello con algunos retoques, particularmente retóricos y solo con el recambio de élites gubernamentales.
Pero esa estrategia, aplicada a tope en estos meses, le ha conducido al fracaso. No obstante, la dirección del Partido Socialista se reafirma en su estrategia equivocada. Para ella su fracaso no derivaría de su orientación política que necesita una reflexión autocrítica y un giro progresista y democrático. 
El problema sería la tozuda realidad de Podemos y sus aliados a la que hay que cambiar… como sea. La cuestión es que esa tesis y ese proyecto socialista, continuista y sectario, parte de unos presupuestos falsos y les lleva a utilizar unos mecanismos cada vez más irreales y prepotentes.
El cerco hacia Unidos Podemos se resquebraja
Ese agresivo ataque contra Unidos Podemos y confluencias se complementa con otros discursos descalificatorios que pretenden quitarles más de un millón de votos del total de seis recibidos. 
Las tergiversaciones del aparato socialista para desacreditar la dinámica del cambio y ensanchar sus posibilidades electorales son: la radicalización (izquierdista, populista y/o independentista, según convenga); la indefinición política (o los ambiguos u obscuros intereses que defiende, en versión venezolana ya que no existe el peligro del comunismo internacional y la asociación con la extrema derecha europea es demasiado burda); la división interna (o su fragilidad, centralismo e inexperiencia); y como colofón de todos ellos, el denostado liderazgo de Pablo Iglesias que reuniría todos los males: radical, demagogo y autoritario. 
Desde el punto de vista democrático, debemos estar preparados ya que parece que hay un gran consenso tripartito (PP, C’s y PSOE) para frenar a Podemos y sus aliados sin juego limpio ni debate sosegado y con argumentos.
La descalificación de radical, izquierdista… pretende alejar a Podemos y sus aliados de las mayorías sociales progresistas. No tiene fundamentos, más allá de algunos pequeños errores de excesos retóricos. 
Lo principal de su estrategia ha sido lo contrario; han ganado en realismo, concreción y madurez (no estrictamente en moderación). La alternativa institucional principal, el gobierno de progreso, cambio y de coalición con el PSOE (a la valenciana) era justa y fácilmente justificable ante la mayoría ciudadana. 
Se adecua a los equilibrios existentes y se modifica el objetivo precedente (irreal) de ganar y gobernar solos y frente a la ‘casta’, admitiendo el carácter ambivalente y de posible socio del Partido Socialista.
Ahora bien, desde el Comité Federal socialista del 28 de diciembre y más desde su pacto con Ciudadanos, la renuncia del PSOE a un gobierno de progreso estaba clara. 
Así, la determinación de Podemos (y aliados) de no apoyar un plan continuista era coherente con el proyecto de cambio y el compromiso con su electorado y no síntoma de radicalización. 
Tampoco fructificó la brecha inducida con Compromís e IU a los que mediáticamente se les tildaba entonces de dialogantes y moderados.
Las propuestas programáticas de Podemos, particularmente las más distantes con el PSOE, las políticas socioeconómicas y sobre la cuestión catalana, derivan del continuismo inmovilista de ellos y su dependencia de C’s. 
Sin embargo, las primeras alternativas son ‘socialdemócratas’ y las pueden comprender y apoyar más del 60% de la ciudadanía, aunque necesitan de una posición firme y con temple ante la Unión Europea. 
Y las segundas, de carácter básicamente democrático y de reconocimiento de la plurinacionalidad, tienen un altísimo apoyo en las nacionalidades históricas y, según distintas encuestas de opinión, son aceptadas en el resto de España sin pérdida electoral para Podemos.
Las fortalezas de Unidos Podemos
Está claro el perfil de Unidos Podemos y confluencias como defensores de las capas populares, de los sectores desfavorecidos, de los de abajo… frente a las oligarquías. 
Su defensa de los derechos sociales y laborales, así como de las libertades civiles y políticas es innegable. 
En todo ello gana a las tres fuerzas (PP, C’s y PSOE) defensoras del poder establecido y el consenso europeo y comprometidas con las políticas de austeridad y una gestión autoritaria frente a las demandas populares y democráticas.
Igualmente, su planteamiento global cabe dentro de los parámetros (como dice Pablo Iglesias) de una nueva socialdemocracia. Es secundaria la etiqueta, la cuestión es rechazar las que son tergiversadoras o marginadoras. 
Lo principal es construir un proyecto identificador, con un discurso y una práctica de carácter democrático-igualitario, defensor de la mayoría social. Luego llegará el símbolo y la nominación. 
Y ese perfil progresivo lo ha ido adquiriendo Podemos y sus aliados, tiene una bases sólidas en la experiencia popular, y lo ha ido perdiendo el Partido Socialista.
La estrategia de la dirección socialista les puede llevar al fracaso de sus propios objetivos, su papel institucional preponderante. 
También a un debilitamiento representativo más o menos lento y profundo, con un alejamiento respecto del PP y un adelantamiento de Unidos Podemos (y confluencias), junto con una evidente crisis interna y de liderazgo. 
No obstante, la consecuencia negativa principal es que esa operación neutraliza la dinámica del cambio, de un gobierno de progreso en torno a unas políticas fundamentales de justicia social y mayor democracia. Por tanto, afecta a la mayoría de la sociedad que, probablemente, le exigirá responsabilidades. 
El reto inmediato para las fuerzas del cambio es impedir un gobierno continuista de las derechas y garantizar un Gobierno de progreso y de cambio. 
Ése es el desempate principal, abrir un ciclo político-institucional que favorezca los avances progresivos y democráticos en favor de la mayoría ciudadana.
En resumen, el PSOE, de entrada, no está por la labor del cambio real y lleva una estrategia equivocada. Las fuerzas del cambio todavía son insuficientes y dependen de la colaboración socialista. 
La prioridad son los intereses de la gente, dejar atrás esta etapa autoritaria y de austeridad. Hay que insistir en los argumentos para llegar a un acuerdo razonable y compartido y desarrollar una campaña con la mano tendida y sin crispación.
Pero el deseado giro en la actitud socialista va a depender, fundamentalmente, de los hechos: comprobar la amplitud y firmeza de las demandas populares de cambio a través de la ampliación del apoyo electoral a Unidos Podemos y confluencias. 
Desde otra perspectiva: evaluar la demostración cívica de los costes para el Partido Socialista, en el caso de persistir en su estrategia equivocada, con el  continuado debilitamiento de su representatividad. 
Es el elemento que puede condicionar su cambio de actitud para iniciar una nueva etapa de acuerdo gubernamental de progreso.
El PSOE, en su ambivalencia, tiene un aparato dependiente y colaborador con los poderosos y su obcecación puede provocar el bloqueo del cambio. Será necesario enfrentarse a esa situación con un plan B, para evitar la frustración social y seguir haciendo camino al andar. De momento, el plan A es ganar las elecciones generales al PP, dejar en minoría a las derechas y reforzar las fuerzas del cambio.


11

Iñaki Gabilondo: 

“El PSOE permitirá que gobierne el PP”  



Uno de los analistas más escuchados por los socialistas españoles, el periodista Iñaki Gabilondo, ha encendido los ánimos dentro del PSOE por la columna de opinión que ha publicado hoy en el videoblog que tiene en El País. Gabilondo titula el apunte ‘Lo que pasará’.
00000-93
Y dice: ‘Pasará que el PP será el partido más votado; que Ciudadanos, que quizá perderá votos, apoyará el PP para hacer posible la gobernación; pasará que el PSOE, con sorpasso o sin, no acordará un pacto de gobierno con Podemos; que el PSOE, con Sánchez o sin, permitirá que gobierne el PP vía abstención. ‘

La coalición entre Unidos Podemos y PSOE, la preferida para gobernar

Un nuevo sondeo insiste en el 'sorpasso' de Unidos Podemos al PSOE. Ambos partidos obtendrían un 24,8 y 20,7% de los votos, respectivamente.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante una reunión el pasado 30 de marzo. EFE
MADRID.- Casi un tercio de los electores prefiere un acuerdo entre Unidos Podemos y PSOE tras las elecciones generales del próximo 26 de junio. 

Según una encuesta realizada por la Cadena SER, el pacto de izquierdas es el favorito frente a un acuerdo de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos. 

Por detrás, en cuanto a preferencia, quedaría el pacto entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.

Por otra parte, un 47% de los electores encuestados prefiere un pacto entre fuerzas políticas de ideologías diferentes, si dicho pacto supone estabilidad, siendo los votantes de Podemos quienes más se oponen a un acuerdo entre fuerzas distintas.

En cuanto a estimación de voto, el PP conseguiría un 29,2% de los votos y volvería a ganar las elecciones

En segundo lugar quedaría Unidos Podemos que superaría al PSOE, confirmando así el 'sorpasso'. 

Ambos partidos obtendrían un 24,8 y 20,7% de los votos, respectivamente.

Ciudadanos quedaría de nuevo en cuarto lugar con un 14,2% de los votos. El PSOE sería el único partido que caería con respecto a las elecciones del pasado 20 de diciembre, cuando consiguió un 22% de los votos y se situó en segunda posición.

Al igual que las encuestas que se han publicado durante los últimos días, el sondeo vuelve a mostrar el 'sorpasso' de Unidos Podemos al PSOE, que se consolidaría de cara al 26-J, como ya recogió una encuesta de Público.

ENCUESTA - La Coalición entre Unidos Podemos y PSOE, la preferida por los españoles para gobernar


La coalición entre Unidos Podemos y PSOE, la preferida para gobernar

Un nuevo sondeo insiste en el 'sorpasso' de Unidos Podemos al PSOE. Ambos partidos obtendrían un 24,8 y 20,7% de los votos, respectivamente.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante una reunión el pasado 30 de marzo. EFE
MADRID.- Casi un tercio de los electores prefiere un acuerdo entre Unidos Podemos y PSOE tras las elecciones generales del próximo 26 de junio. 

Según una encuesta realizada por la Cadena SER, el pacto de izquierdas es el favorito frente a un acuerdo de gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos. 

Por detrás, en cuanto a preferencia, quedaría el pacto entre PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos.

Por otra parte, un 47% de los electores encuestados prefiere un pacto entre fuerzas políticas de ideologías diferentes, si dicho pacto supone estabilidad, siendo los votantes de Podemos quienes más se oponen a un acuerdo entre fuerzas distintas.

En cuanto a estimación de voto, el PP conseguiría un 29,2% de los votos y volvería a ganar las elecciones

En segundo lugar quedaría Unidos Podemos que superaría al PSOE, confirmando así el 'sorpasso'. 

Ambos partidos obtendrían un 24,8 y 20,7% de los votos, respectivamente.

Ciudadanos quedaría de nuevo en cuarto lugar con un 14,2% de los votos. El PSOE sería el único partido que caería con respecto a las elecciones del pasado 20 de diciembre, cuando consiguió un 22% de los votos y se situó en segunda posición.

Al igual que las encuestas que se han publicado durante los últimos días, el sondeo vuelve a mostrar el 'sorpasso' de Unidos Podemos al PSOE, que se consolidaría de cara al 26-J, como ya recogió una encuesta de Público.

El PSOE se equivoca
Antonio AntónProfesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. Autor de ‘Movimiento popular y cambio político. Nuevos discursos’ (UOC)
La dirección socialista ha diseñado una estrategia errónea para su campaña electoral del 26-J que consiste en bloquear un gobierno de progreso, un acuerdo entre las fuerzas progresistas para impulsar el necesario cambio sustantivo de las políticas socioeconómicas, en favor de las capas populares, y la democratización y regeneración institucional y política. 
Su apuesta sigue siendo el pacto con Ciudadanos, con una política económica y europea subordinada al gran consenso liberal-conservador y otra política territorial e institucional continuista y dependiente de las derechas. 
Todo ello con algunos retoques, particularmente retóricos y solo con el recambio de élites gubernamentales.
Pero esa estrategia, aplicada a tope en estos meses, le ha conducido al fracaso. No obstante, la dirección del Partido Socialista se reafirma en su estrategia equivocada. Para ella su fracaso no derivaría de su orientación política que necesita una reflexión autocrítica y un giro progresista y democrático. 
El problema sería la tozuda realidad de Podemos y sus aliados a la que hay que cambiar… como sea. La cuestión es que esa tesis y ese proyecto socialista, continuista y sectario, parte de unos presupuestos falsos y les lleva a utilizar unos mecanismos cada vez más irreales y prepotentes.
El cerco hacia Unidos Podemos se resquebraja
Ese agresivo ataque contra Unidos Podemos y confluencias se complementa con otros discursos descalificatorios que pretenden quitarles más de un millón de votos del total de seis recibidos. 
Las tergiversaciones del aparato socialista para desacreditar la dinámica del cambio y ensanchar sus posibilidades electorales son: la radicalización (izquierdista, populista y/o independentista, según convenga); la indefinición política (o los ambiguos u obscuros intereses que defiende, en versión venezolana ya que no existe el peligro del comunismo internacional y la asociación con la extrema derecha europea es demasiado burda); la división interna (o su fragilidad, centralismo e inexperiencia); y como colofón de todos ellos, el denostado liderazgo de Pablo Iglesias que reuniría todos los males: radical, demagogo y autoritario. 
Desde el punto de vista democrático, debemos estar preparados ya que parece que hay un gran consenso tripartito (PP, C’s y PSOE) para frenar a Podemos y sus aliados sin juego limpio ni debate sosegado y con argumentos.
La descalificación de radical, izquierdista… pretende alejar a Podemos y sus aliados de las mayorías sociales progresistas. No tiene fundamentos, más allá de algunos pequeños errores de excesos retóricos. 
Lo principal de su estrategia ha sido lo contrario; han ganado en realismo, concreción y madurez (no estrictamente en moderación). La alternativa institucional principal, el gobierno de progreso, cambio y de coalición con el PSOE (a la valenciana) era justa y fácilmente justificable ante la mayoría ciudadana. 
Se adecua a los equilibrios existentes y se modifica el objetivo precedente (irreal) de ganar y gobernar solos y frente a la ‘casta’, admitiendo el carácter ambivalente y de posible socio del Partido Socialista.
Ahora bien, desde el Comité Federal socialista del 28 de diciembre y más desde su pacto con Ciudadanos, la renuncia del PSOE a un gobierno de progreso estaba clara. 
Así, la determinación de Podemos (y aliados) de no apoyar un plan continuista era coherente con el proyecto de cambio y el compromiso con su electorado y no síntoma de radicalización. 
Tampoco fructificó la brecha inducida con Compromís e IU a los que mediáticamente se les tildaba entonces de dialogantes y moderados.
Las propuestas programáticas de Podemos, particularmente las más distantes con el PSOE, las políticas socioeconómicas y sobre la cuestión catalana, derivan del continuismo inmovilista de ellos y su dependencia de C’s. 
Sin embargo, las primeras alternativas son ‘socialdemócratas’ y las pueden comprender y apoyar más del 60% de la ciudadanía, aunque necesitan de una posición firme y con temple ante la Unión Europea. 
Y las segundas, de carácter básicamente democrático y de reconocimiento de la plurinacionalidad, tienen un altísimo apoyo en las nacionalidades históricas y, según distintas encuestas de opinión, son aceptadas en el resto de España sin pérdida electoral para Podemos.
Las fortalezas de Unidos Podemos
Está claro el perfil de Unidos Podemos y confluencias como defensores de las capas populares, de los sectores desfavorecidos, de los de abajo… frente a las oligarquías. 
Su defensa de los derechos sociales y laborales, así como de las libertades civiles y políticas es innegable. 
En todo ello gana a las tres fuerzas (PP, C’s y PSOE) defensoras del poder establecido y el consenso europeo y comprometidas con las políticas de austeridad y una gestión autoritaria frente a las demandas populares y democráticas.
Igualmente, su planteamiento global cabe dentro de los parámetros (como dice Pablo Iglesias) de una nueva socialdemocracia. Es secundaria la etiqueta, la cuestión es rechazar las que son tergiversadoras o marginadoras. 
Lo principal es construir un proyecto identificador, con un discurso y una práctica de carácter democrático-igualitario, defensor de la mayoría social. Luego llegará el símbolo y la nominación. 
Y ese perfil progresivo lo ha ido adquiriendo Podemos y sus aliados, tiene una bases sólidas en la experiencia popular, y lo ha ido perdiendo el Partido Socialista.
La estrategia de la dirección socialista les puede llevar al fracaso de sus propios objetivos, su papel institucional preponderante. 
También a un debilitamiento representativo más o menos lento y profundo, con un alejamiento respecto del PP y un adelantamiento de Unidos Podemos (y confluencias), junto con una evidente crisis interna y de liderazgo. 
No obstante, la consecuencia negativa principal es que esa operación neutraliza la dinámica del cambio, de un gobierno de progreso en torno a unas políticas fundamentales de justicia social y mayor democracia. Por tanto, afecta a la mayoría de la sociedad que, probablemente, le exigirá responsabilidades. 
El reto inmediato para las fuerzas del cambio es impedir un gobierno continuista de las derechas y garantizar un Gobierno de progreso y de cambio. 
Ése es el desempate principal, abrir un ciclo político-institucional que favorezca los avances progresivos y democráticos en favor de la mayoría ciudadana.
En resumen, el PSOE, de entrada, no está por la labor del cambio real y lleva una estrategia equivocada. Las fuerzas del cambio todavía son insuficientes y dependen de la colaboración socialista. 
La prioridad son los intereses de la gente, dejar atrás esta etapa autoritaria y de austeridad. Hay que insistir en los argumentos para llegar a un acuerdo razonable y compartido y desarrollar una campaña con la mano tendida y sin crispación.
Pero el deseado giro en la actitud socialista va a depender, fundamentalmente, de los hechos: comprobar la amplitud y firmeza de las demandas populares de cambio a través de la ampliación del apoyo electoral a Unidos Podemos y confluencias. 
Desde otra perspectiva: evaluar la demostración cívica de los costes para el Partido Socialista, en el caso de persistir en su estrategia equivocada, con el  continuado debilitamiento de su representatividad. 
Es el elemento que puede condicionar su cambio de actitud para iniciar una nueva etapa de acuerdo gubernamental de progreso.
El PSOE, en su ambivalencia, tiene un aparato dependiente y colaborador con los poderosos y su obcecación puede provocar el bloqueo del cambio. Será necesario enfrentarse a esa situación con un plan B, para evitar la frustración social y seguir haciendo camino al andar. De momento, el plan A es ganar las elecciones generales al PP, dejar en minoría a las derechas y reforzar las fuerzas del cambio.
Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro