viernes, 8 de enero de 2016

No es una Conspiración... Deep State o el gobierno en la sombra de EEUU.


Foto: El poder real es mucho menos visible que el político, según Lofgren. (iStock)

'Deep State' o el gobierno en la sombra de EEUU. Y no es una conspiración

El ex miembro del personal del Congreso de EEUU, Mike Lofgren, acaba de publicar un libro en el que afirma que existe una clase gobernante por encima de la Casa Blanca
El poder real es mucho menos visible que el político, según Lofgren. (iStock)
“¿Por qué llegué a escribir un análisis del Estado Profundo, del 'Deep State'? 
Porque estaba allí. Fui durante 28 años miembro del personal del Congreso especializado en la seguridad nacional, manejaba información secreta, y me moví en los límites del mundo que describo”. Quien así habla es Mike Lofgren, un exfuncionario que se hizo popular con el libro 'Party's over. How republicans went crazy, democrats become useless and the middle class got shafted', y que ahora acaba de publicar 'Deep State. 
The fall of the Constitution and the rise of a shadow goverment', una radiografía de los poderes que funcionan dentro del Estado y que define como "una asociación híbrida de elementos de gobierno, de las finanzas de alto nivel y de la industria que es capaz de gobernar de forma efectiva los Estados Unidos sin necesitar el consentimiento de los gobernados expresado a través de la política formal”.
Según Mike Lofgren, este Deep State “es el hilo rojo que une la guerra contra el terrorismo, la financiarización y desindustrialización de la economía estadounidense, el surgimiento de una estructura social plutocrática y la disfunción política”. Pero, insiste, no estamos hablando de una conspiración, de un poder en las sombras que funciona escondiendo su rastro, sino de “operadores que actúan a la luz del día”. Tampoco se les puede llamar el 'establishment'. 
“Todas las sociedades complejas tienen un 'establishment', una red social cuya finalidad es su enriquecimiento y perpetuación. El Deep State es más bien una clase en sí misma
No se trata de algo siniestro, aunque algunos de sus aspectos sí lo sean, sino de algo que está tremendamente arraigado. Y tampoco es invencible: sus fracasos, como los de Irak, Afganistán o Libia son rutinarios, y sólo su protección hacia quienes toman las decisiones de alto rango les permite escapar de las consecuencias de su frecuente ineptitud”.
En el Congreso sólo piensan en cómo ser reelegidos, salvo algunos miembros de los comités de seguridad y defensa, que sí saben lo que ocurre
El Deep State está formado, señala Lofgren en una entrevista en 'Salon', por aquellos en los que todo el mundo está pensando. 
En primer lugar, el complejo militar-industrial, con el Pentágono y todos sus contratistas, pero también por el Departamento del Tesoro, que les liga a los flujos financieros, por algunos tribunales, como los del distrito sur de Manhattan y el oriental de Virginia, y por el aparato de seguridad nacional. 
“En el Congreso, la mayoría de gente está ocupada pensando en cómo van a ser reelegidos, salvo algunos miembros de los comités de seguridad y defensa, que sí saben lo que ocurre”.

Finanzas y tecnología

El segundo sector que forma parte de esta red que opera sobre las instituciones es Wall Street, cuyas líneas de comunicación con el gobierno son frecuentes y sus lazos muy estrechos, encarnados en personas como David PetraeusBill Daley (el ex jefe de gabinete del presidente Obama), Hank Paulson, que llegó de Goldman Sachs para convertirse en secretario del Tesoro y rescató a Wall Street en 2008, o Tim Geithner
La relación de la política con el mundo financiero más parece de subordinación que de coordinación.
Su pose preferida es la del tecnócrata políticamente neutral que ofrece asesoramiento experto sustentado en su gran experiencia
El tercer núcleo de influencia es Silicon Valley, un actor cada vez más poderoso. 
En parte porque ya rivalizan en las ganancias que obtienen con Wall Street, con empresas como Google o Apple en los primeros puestos de las cotizadas. 
Y, en otro sentido, porque la mayoría de la información que reciben la NSA y el resto de las agencias de inteligencia proviene de la cooperación con empresas del valle. 
El dinero y los datos que aportan, asegura Lofgren, provocan que puedan conseguir lo que quieren de Washington, por ejemplo en lo que se refiere a la propiedad intelectual.

La ideología oficial de la clase gobernante

Los asesores de la Casa Blanca que instaron a Obama a no imponer límites de indemnización a los CEO de Wall Street, el contratista que obtuvo ganancias enormes en Irak a base de insistir en una acción de control bélico nada útil o los gurús económicos que perpetuamente demuestran que la globalización y la desregulación son una bendición que nos hará bien a todos a largo plazo son parte de este Deep State, “pero se preocupan por fingir que carecen de ideología
Su pose preferida es la del tecnócrata políticamente neutral que ofrece asesoramiento experto sustentado en su gran experiencia”, algo que Lofgren considera absurdo porque están “profundamente teñidos del color de la ideología oficial de la clase gobernante, una ideología que no es ni demócrata ni republicana”.
Este síndrome es endémico en Washington, y más aún en cuanto la crítica no es un instrumento útil si se quiere progresar en la carrera profesional
Para Lofgren, este reparto de poder tiene dos consecuencias notablemente perniciosas. La primera es obvia, porque supone una clase operando al margen de las garantías políticas e institucionales, y de los mecanismos democráticos elegidos. 
La segunda también es conocida, pero se suele poner menos de manifiesto, como es su ineficiencia. Hablamos de un entorno, fuertemente arraigado y bien protegido por la vigilancia, la influencia, el dinero y su capacidad de cooptar la resistencia, “lo que le hace casi impermeable al cambio”.

'Groupthink'

La asimilación cultural es parte esencial de un entorno en el que funciona fluidamente lo que el psicólogo Irving L. Janis, denominó 'groupthink', esa capacidad camaleónica que tenemos de adoptar los puntos de vista de los compañeros y de los superiores sin cuestionarlos, simplemente porque son las creencias que todos ellos comparten
Este síndrome es endémico en Washington, señala Lofgren, y más aún en la medida en que la crítica no es un instrumento útil si se quiere progresar en la carrera profesional. 
El cuestionamiento está mal visto, y es peor todavía si resulta fundado.
Si algo va mal, apuestan por hacer el doble de lo mismo, como si el problema fuera que no han insistido lo suficiente
Además, las formas de acción del Deep State suelen alimentarse de una respuesta usual a los problemas a lo largo de los imperios que nos ha dado la historia, apunta Lofgren. 
Cuando fracasan, su reacción instintiva es hacer lo mismo pero aumentando los esfuerzos; si algo va mal, apuestan por hacer el doble de lo mismo, como si el problema fuera que no han insistido lo suficiente. 
En este sentido, Lofgren compara al Washington actual con Roma, Constantinopla o Londres, capitales que fueron de imperios que se resquebrajaron internamente antes de caer. Sus costumbres y su arrogancia las llevaron a la ruina.

La historia y sus imprevistos

En ese entorno, Lofgren comienza a percibir algunas contradicciones. 
El Deep State, afirma, sustentó al Tea Party, y ahora muchas de sus figuras se vuelven en contra de sus intereses, a causa de su oposición al déficit público y de algunas de sus ideas económicas; los estadounidenses están cada vez más cansados de la presencia de su país en un Oriente medio cada vez más embrollado; Silicon Valley percibe que la cooperación con la seguridad nacional también tiene sus costes, y que podrían ganar mucho más dinero si hicieran otras cosas (“y el dinero es su prioridad”); y que la parte del presupuesto que necesitan para financiar a los suyos quiere ser restringida por algunos políticos para repercutirlos en unos EEUU cada vez más débiles económicamente.
El resultado de todos estos acontecimientos es incierto, asegura Lofgren, también para el Deep State, ya que la historia suele utilizar formas imprevistas para derrocar a los poderosos.


1 comentario:

Si nos han de robar, 
que sean otros y no los mismos de siempre

Si como votantes, no nos escuchan
como consumidores, lo harán
boicoetemos sus empresas.
Llevamos las de ganar. 

Como acabar con la ESTAFA de las ELÉCTRICAS... de una puta vez pasando de los Vendepatrias del Bipartidismo

Ante el robo continuo y escandaloso por parte de las eléctricas y sus abusos en el recibo de la luz
propongo... 
actuar todos unidos como consumidores
contratando TODOS 
o en su defecto una gran mayoría,
  otra compañia eléctrica que no sea ninguna de estas dos (ENDESA - IBERDROLA) y cambiarnos a otra cualquiera de las muchas ofertas que existen hoy en día.

De tal forma que no les quede otra a las grandes que plegarse a nuestras demandas de una tarifa más justa y mucho más barata
o atenerse a las consecuencias 
de seguir con su estafa.

En nuestra mano está que siga este robo o cortar por lo sano para que no nos sigan mangoneando

ARMAK de ODELOT

Canción del Indignado Global

(solo pá Mentes preclaras 

libres de Polvo y Cargas)

Si me han de matar que sea,
 un Trump que de frente va

  no un Obama traicionero, 

que me venga por detrás.


Éstos del bipartidismo, 

a nadie ya se la dan

Tanto monta, monta tanto,

ser sociata o liberal.


Que harto me tienen sus cuentos, 

de crisis y guerras sin más

Cuando no hay bandera que tape, 

la ansia de un criminal.


Daños colaterales son, 

inocentes masacrar

si lo hiciéramos con ellos, 

no habría ni una guerra más.


Por eso pasa que pasa, 

que nadie se alista ya

a no ser que la CIA pague,
 
como al ISIS del MOSAD


A mí, que nunca me busquen, 

ni me llamen pá luchar.

Que yo no mato por nadie. 

Yo mato por no matar.


La paz de los cementerios 

es la paz del capital

Si soy rojo es porque quiero, 

en vida, vivir en paz.


Hoy tan solo mata el hambre, 

del rico por tener más 

Con el cómplice silencio, 

de toítos los demás.


Que preferimos taparnos, 

los ojos pá no pensar

O mirar pá otro lado, 

pensando que el mal se irá.


Creer que lo que a otro pasa, 

no nos tiene que importar.

Cá palo aguante su vela, 

repetimos sin cesar.


Éste es el mantra egoísta 

que rula por la sociedad

como si lo que le pase a otro, 

no te pueda a tí pasar


Más todo, cuán boomerang vuelve, 

al sitio de donde partió

y tal vez ocupes mañana, 

el sitio que otro dejó.


Mil pobres ceban a un rico, 

otros mil le dan jornal,

y otros cuantos dan su vida 

porque todo siga igual. 


Que no me coman la oreja, 

que no me creo ya ná

de sus guerras, sus estafas, 

ni su calentamiento global


Tan solo vuestras mentiras, 

esconden una verdad

que unos pocos están arriba 

y abajo tós los demás.


Da igual que seas ateo, 

cristiano o musulmán.

Solo los elegidos, 

el paraíso verán.


Hay medios alternativos, 

amarillos muchos más.

Unos más rojos que otros. 

Los menos, de radikal.


Más todos tienen su cosa, 

y a todos hay que hojear

Que comparando se tiene 

opinión más general.


Qué de tó aprende uno. 

Nadie tiene la verdad.

Ser más papista que el Papa, 

no es garantía de ná.


Solo creo en lo que veo, 

díjome santo Tomás, 

que el que a ciegas se conduce, 

no para de tropezar.


Y al enemigo, ni agua, 

ni nunca contemporizar

No dudes, tarde o temprano, 

siempre te la jugará.


No hay que seguir a nadie 

y a todos hay que escuchar.

Si tu conciencia te guía, 

de nada te arrepentirás.


Dá gusto ver a los ricos, 

pegarse por serlo más

mientras en eso se hallen, 

quizás nos dejen en paz.


Si te crees o no sus mentiras, 

a ellos les dá igual.

Con tomarlas por veraces, 

les basta para actuar. 


Que no me cuenten más cuentos, 

que tós me los sé yo ya.

Se demoniza a cualquiera

que no se deje robar.



No basta con ser un santo, 

sino ser de"su santoral"

Como la cojan contigo, 

no te valdrá ni el rezar.


Pensamiento único llaman. 

Anteojeras pá no pensar

más que en la zanahoria. 

El palo irá por detrás.


Si no crees en lo dictado, 

anti-sistema serás

Y por mucho bien que hagas, 

te van a demonizar.


Que no me coman la oreja, 

que a mí, no me la dan.

Que me sé todos sus cuentos 

y también, cada final.


Si de cañon, quieren carne, 

pál matadero llevar

que busquen a otro tonto, 

que este tonto no va más



No se ha visto en tóa la historia, 

otra estafa sin igual.

Que la madre tóas las crisis, 

que creó el capital


Y cuando tan ricamente, 

uno estaba en su sofá

Relajado y a cubierto, 

de inclemencias y demás,


te cortan sin previo aviso

el grifo de tu maná. 


Y te dejan sin tus sueños,
 
sin trabajo y sin hogar


y pá colmo y regodeo 

de propios y extraños, van

y te dicen como aviso

que al rojo no hay que escuchar


que son peores que el lobo,

del cuento y mucho más

y que si vas y los votas

toíto te lo robarán.



Si como votantes, no nos escuchan

como consumidores lo harán.

Boicoetemos sus empresas

Llevamos las de ganar. 


Si no queda más remedio

que dejarnos de robar

que sea otro y no el de siempre

tal vez así, aprenderá


No hay pan pá tanto chorizo,

dicen, cuando lo que sobra es pan.

Lo que no hay es un par de huevos
 
pá que no nos choriceen más.


Resultado de imagen de eladio fernandez refugiados suecia

Ellos tienen de tó

los demás, cuasi-de-ná

mas ellos son cuatro mierdas

y nosotros sémos más.


La próxima revolución 

contra las corporaciones será

y si ésta no se gana 

no habrá ninguna ya más.

Quien sepa entender que entienda

lo que digo es pá mascar

despacio y con buena conciencia.

Mi tiempo no dá... pá más


Armak de Odelot


Dicen: 

No será televisada, 

la próxima revolución.

Más como nadie se fía 

de lo que se nos dice hoy en día,

pasamos los días enteros, 

tumbados en el sofá

delante la caja tonta,

 por no perder el momento
del pase de la procesión 
que tós llevamos por dentro